Samsung lanzó al mercado la primera cámara de video inmersiva: Gear 360 el pasado 29 de abril, con un costo de menos de 400 dólares.
Una de sus características más interesantes y creativas es que se incluyen los programas para poder editar los resultados de la cámara e ir aprendiendo el lenguaje narrativo.
Dispone de dos cámaras de 15 megapíxeles ofreciendo una resolución de 3840 x 1920 en un diseño en forma esférica compacta y ligera. Tiene una batería de 1350 mAh y lee tarjetas MicroSD de hasta 128 GB.
Además, se han vuelto a incorporar elementos que funcionaron anteriormente, y que olvidaron en la presentación de los S6: su resistencia al agua y polvo y su slot para las tarjetas SIM y MicroSD.
Se piensa que Gear 360, una cámara sencilla con doble lente, ha sido diseñada para que se democratice la creación de contenidos para sus lentes de realidad virtual Oculus VR, que funcionan sólo con algunos de sus teléfonos y, con esto se quiere que los consumidores compartan su día a día, como lo hacen ahora con videos y fotos.
Sin embargo, durante la SDC, la conferencia de desarrolladores de Samsung en San Francisco, se supo que la verdadera visión del fabricante se focaliza en el 2020 y en el Internet de las Cosas.
Con información de El País