Harriet Green, directora de la división de Internet de las Cosas de IBM, presentó en Múnich el edificio central de la multinacional de su división de IoT.
Esta enorme sede cuenta con 30 plantas que 1,000 empleados de la compañía compartirán con sus empresas socias, para aplicar la tecnología de Watson, su sistema de computación inteligente para diferentes necesidades.
‘Tenemos un punto de vista y es que ha dado comienzo la era cognitiva‘, afirma Green.
Watson es el programa de almacenamiento de información en distintas nubes que permite a diferentes dispositivos acceder a todo tipo de información, interactuar con los humanos y aprender los datos que estos le aportan. ‘La capacidad de conectar cosas con cosas y a las personas con las cosas no lo inventamos nosotros, nos estamos aprovechando de ella’, comentó Green.
Ante el temor real de la sociedad de poner en riesgo la información personal, que pueda ser utilizada para distintos fines en las empresas, Green comenta que ‘el temor es perfectamente entendible y sobre todo en las generaciones más jóvenes, pero sabemos que los datos personales son el ADN de cada individuo y por eso los protegemos con los sistemas más avanzados de seguridad’.
Sobre este tema, Alessandro Curoni, quien dirige el equipo de IBM Research, especifica que los tres principios con los que se rigen son: ‘El primero es que cuando utilizamos la inteligencia artificial, lo hacemos para alcanzar un objetivo concreto; el segundo es que diseñamos máquinas para ayudar a la gente y no sustituirla; y el tercero es que si solicitamos datos para un uso concreto, no los reutilizamos para otro’.
Ante el temor que desata a la sociedad el uso de las máquinas y su enorme capacidad para actuar, el vicepresidente de la plataforma de Watson del Internet de las Cosas, Bret Greenstein, explica respecto a series como Black Mirror que: ‘Es una serie impresionante. Muestra la tecnología que está a punto de llegar y los problemas éticos que representa, como un capítulo en que se mostraban unas lentillas con las que podías ver cualquier momento de tu pasado’.
Green agrega: ‘Es claro que pensamos en los efectos que puede tener este tipo de tecnología, pero ese miedo es el mismo que cuando nació Internet y todos pensaban que toda su información iba a estar online y cualquiera podría acceder a ella».
La gran sede que se inauguró esta semana es uno de los centros empresariales más importantes de toda Europa. En ella convivirán los equipos de IBM con los de algunos clientes, como BNP Paribas, Aerialtronics, Ricoh, Kone, Visa o Bosch, que ya han instalado ahí a sus trabajadores.
Con información de El País
