Slack es un nuevo fenómeno equivalente a WhatsApp que está penetrando intensamente en el entorno de la colaboración empresarial.
Lo notable de esta aplicación es su capacidad para agilizar y hacer más eficiente el trabajo a través de una única herramienta de comunicación.
Esta herramienta está desplazando a un segundo plano el correo electrónico. De hecho, desde febrero de 2014, cuando se lanzó al mercado, ha ganado adeptos hasta alcanzar en enero de 2017 los cinco millones de usuarios activos al día, de los cuales un millón y medio son suscriptores de pago.
En la actualidad esta aplicación es utilizada por 25,000 empresas de todo el mundo. Según sus responsables, cada semana gana más de 50,000 usuarios activos y se crean más de 1,600 equipos de conversación en la plataforma.
Esta propuesta es una forma de comunicación mucho más natural, basada en la mensajería instantánea y canales de chat, que además se complementa con otras muchas funcionalidades como el intercambio y almacenamiento de documentos, llamadas, videollamadas, notificaciones, alertas, etc.
La aplicación se integra con otras herramientas utilizadas en cualquier oficina; además funciona de manera sincronizada en todo tipo de equipos a través de sus aplicaciones de escritorio para Windows, Mac, Linux, así como sus respectivas versiones de móviles para dispositivos iOS, Android y Windows Phone. De momento la app para este último sistema operativo se encuentra en beta.
La plataforma tiene como una de sus principales fortalezas su conjunto de APIs con las que los usuarios no solo pueden construir sus propias aplicaciones y chatbots personalizados, sino que además pueden poner estas creaciones a disposición de toda la comunidad en la tienda de aplicaciones de FlockOS que, según la compañía, es ‘el primer sistema operativo de chat en el mundo’.
Con información de El País