El concepto de ‘Smart City’ o ‘Ciudad Inteligente’ va más allá de introducir la más alta tecnología a un lugar, sus procesos o sus servicios: involucra una visión transformadora, holística e integral que siempre gire en torno al ciudadano como impulsor de esa transformación. Así lo señala la consultora tecnológica Everis.
Marcos Vázquez García, socio responsable de administración pública en dicha empresa, explicó que las funciones digitales y de tecnologías de la información deben de ser fijadas como un modelo de aceleración de procesos, para avanzar en sus procesos más que como un fin en sí mismo. “Es muy importante señalar que este proceso no solo debe involucrar a las organizaciones gubernamentales, sino a los ciudadanos y empresas, éstas últimas con la promoción de talentos”, dijo el directivo.
Pero, ¿cuáles son las claves de la transformación?
- Ciudadanos: El ciudadano debe ser el centro de todos los planteamientos (públicos o privados) de ciudad y debe adoptar un triple papel: generador de demanda, consumidor de servicios y proveedor de la solución.
- Administraciones: Las administraciones deben promover y facilitar la transformación de las ciudades mediante el impulso de políticas públicas y normativas con visión del significado smart, y que contemplen a todos los agentes que influyan en la transformación.
- Empresas: Las empresas deben apostar por la promoción del talento y de la economía del conocimiento como uno de los activos fundamentales del crecimiento, potenciando el tejido empresarial local.
- Compromiso político: Para afrontar una verdadera transformación hace falta visión, voluntad y liderazgo político coordinando a todos los agentes implicados.
- Modelo de negocio: Hacen falta modelos de negocio innovadores y sostenibles que consoliden y potencien los activos de la ciudad o territorio.
De acuerdo con Vázquez García, todo lo anterior se logrará con una planeación enfocada en dar solución a los problemas, hacer un cambio de reglas en el modelo tradicional y diseñar nuevos modelos de negocio que se acoplen a estos nuevos procesos.
El fin de una ciudad inteligente siempre debe ser el de aumentar los niveles de calidad de vida de sus ciudadanos, así como ser capaces de responder a las necesidades generales de éstos.
[box]¿Qué significa ser una ciudad smart?
- Ser innovadora, capaz de ‘repensar’ los modelos tradicionales de prestación de servicios y las estructuras de ciudad.
- Ser digital y estar interconectada, utilizando las nuevas tecnologías como herramientas para avanzar en su desarrollo, no como un fin en sí mismo.
- Ser eficiente, comprometida y sostenible en sus vertientes económica, social y medioambiental.
- Ser participativa, abierta, transparente y responsable en su gestión.
- Estar orientada a la mejora continua de sus parámetros de sostenibilidad, eficiencia y bienestar.[/box]