Sony vuelve a los números rojos al elevarse los costes de su reestructuración
Sony volvió a los números rojos en 2013 debido a que su proceso de reestructuración costó más de lo previsto, en especial el deshacerse del negocio de computadoras, que acarreó a la compañía la pérdida de 355 millones de euros.
Durante el ejercicio fiscal 2013, Sony registró un resultado neto negativo de 128,400 millones de yenes (908 millones de euros), después de obtener un beneficio neto de 41,500 millones de yenes (295 millones de euros) el ejercicio anterior y de estar en números rojos entre 2011 y 2008.
La compañía nipona obtuvo un beneficio operativo de 26,500 millones de yenes (188 millones de euros), lo que supone una caída del 88% con respecto al año precedente.
El gigante japonés de la electrónica ha vuelto a incurrir en pérdidas a pesar de que en 2013 facturó un total de 7,767 millones de yenes (55.1), un 14.3% más que el año precedente.
El fabricante nipón atribuye su mayor facturación al efecto positivo de la devaluación del yen, al incremento de sus ventas de smartphones y a la nueva Playstation 4, que superó los 6 millones de unidades vendidas en marzo, cuatro meses después de su lanzamiento.
No obstante, los ingresos por ventas de Sony habrían caído un 2% interanual si el tipo de cambio del yen hubiera sido el mismo que en el ejercicio anterior, según datos de la compañía.
El descenso significativo de sus resultados fue causado principalmente por la caída de las ganancias por la venta de activos y por un aumento de las pérdidas derivadas del negocio de ordenadores personales, incluyendo los costos de reestructuración, explicó Sony en un comunicado.
Vaio, la deficitaria rama de computadoras personales, que Sony acordó vender el próximo julio a un fondo de inversión nipón dentro de su plan de reestructuración, registró pérdidas de 91,700 millones de yenes (651 millones de euros), más del doble que en el año anterior.
Desprenderse de esta filial costará a Sony 50,000 millones de yenes (355 millones de euros), ya que la compañía carga con un exceso de inventario por ventas inferiores a lo previsto y con los gastos para reembolsar a los proveedores por no usar finalmente componentes que solicitó.
Sony, además, perdió unos 25,000 millones de yenes (176 millones de euros) relacionados con la fabricación de discos compactos fuera de Japón y otros 32,000 millones de yenes (227 millones de euros) por la fabricación de baterías para distintos dispositivos.
El impacto favorable de los tipos de cambio del yen y el mejor rendimiento de los negocios de telefonía móvil y de televisores evitaron que los números rojos totales fueran aún mayores, según la compañía.
La división de televisores de Sony, que en febrero pasó a formar parte de una nueva filial controlada por la propia compañía, aumentó sus ventas un 29.7% y redujo su resultado operativo negativo a casi la mitad del año anterior.
Sony puso en marcha un ambicioso plan de reestructuración tras perder unos 3,600 millones de euros en 2011, que entre otras medidas incluía desprenderse de sus áreas de negocio menos rentables y la reducción de su plantilla en unos 5,000 puestos hasta marzo de 2015.
Las pérdidas de Sony contrastan con el balance de Panasonic y Sharp, dos de sus grandes competidores nipones que también están inmersos en procesos de reestructuración y que volvieron a obtener ganancias en 2013.
Ante estos resultados, la cúpula de la compañía nipona ha decidido aplicar una reducción salarial de entre el 35% y el 40% a casi medio centenar de sus altos cargos, según publica el diario nipón Nikkei.
El recorte supone un ahorro de 1,000 millones de yenes (7 millones de euros) para Sony y ha sido impulsado por su consejero delegado, Kazuo Hirai, con la intención de que los ejecutivos de la empresa asuman su responsabilidad por incumplir sus objetivos, añade el citado medio.
Para 2014, Sony prevé volver a registrar un resultado neto negativo de 50,000 millones de yenes (355 millones de euros) y multiplicar por cuatro su ganancia operativa, hasta 140,000 millones de yenes (994 millones de euros).
EFE