2020 fue un año récord tanto para las víctimas de delitos cibernéticos como por las pérdidas financieras causadas por ataques maliciosos.
En Estados Unidos, la pérdida anual total por el cibercrimen alcanzó los 4,200 millones de dólares el año pasado, lo que representa un aumento de 55% en dos años, según datos del FBI.
Los costos del delito cibernético incluyen: daño y destrucción de datos, dinero robado, robo de propiedad intelectual, datos personales y financieros, interrupciones posteriores al ataque en el curso normal del negocio, restauración de datos y sistemas pirateados y daño a la reputación.
Escalada del cibercrimen
En 2005, la pérdida financiera combinada causada por ciberataques y fraudes ascendió a 183.1 millones de dólares, según el Informe sobre delitos en Internet de 2020 del FBI. A fines de 2011, esta cifra se disparó en un 165% a 485 millones y siguió aumentando.
En 2015, el daño financiero total causado por delitos cibernéticos en Estados Unidos alcanzó los 1,000 millones de dólares por primera vez, marcando el comienzo de un crecimiento masivo.
Para 2019, esta cifra se triplicó y alcanzó los 3,500 millones de dólares. El año pasado, el Centro de Quejas de Delitos en Internet (IC3) del FBI registró casi 792,000 quejas, y las pérdidas totales aumentaron un 20% interanual a 4,200 millones de dólares.
Las estadísticas muestran que los ataques de phishing, las estafas de impago y la extorsión fueron los delitos de Internet más frecuentes en EU. Sin embargo, los esquemas de correo electrónico comercial comprometido fueron los delitos cibernéticos más costosos, causando el 42% de las pérdidas totales el año pasado, equivalentes a 1.8 mil millones de dólares.
El informe de IC3 mostró que el año pasado también fue testigo de una serie de esquemas cibernéticos que explotaron la pandemia de COVID-19, con individuos y empresas como objetivo.
Más de 28,500 recibieron quejas relacionadas con estafas de COVID-19, y la mayoría de ellas estaban dirigidas a la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus. Muchos estadounidenses también fueron estafados para proporcionar información personal a cambio de citas de vacunación.
A lo largo de los años, Estados Unidos ha tenido que hacer frente a una larga lista de amenazas, desde las tensiones geopolíticas con China y Rusia hasta el terrorismo internacional y la propagación de enfermedades infecciosas. En última instancia, el brote de COVID-19 surgió como una de las amenazas más graves que jamás haya enfrentado el país.
A pesar de eso, los ciudadanos no consideran que la pandemia sea la mayor amenaza para el país. Según una encuesta de Gallup, los estadounidenses consideran el ciberterrorismo como la principal amenaza. Más del 80% de los encuestados lo calificó como la amenaza más crítica que enfrentará el país durante la próxima década.
El desarrollo de armas nucleares por parte de Corea del Norte e Irán ocupó el segundo y tercer lugar en la lista de amenazas, mientras que el terrorismo internacional y las enfermedades infecciosas se ubicaron el cuarto lugar.
