Uber anunció hoy que su servicio Uber X dejará de funcionar en Corea del Sur ante la presión legal que han ejercido las autoridades del país asiático.
La empresa seguirá operando UberBLACK, que conecta a usuarios con conductores de limusinas con registro oficial surcoreano, pero suspenderá el servicio que conecta a usuarios con conductores registrados en la plataforma.
Esta semana la compañía trató de presentar, sin éxito, ante el Ministerio de Transporte un nuevo sistema para registrar a sus conductores.
‘Transportar a clientes con coches privados o alquilados y aceptar una compensación económica es claramente ilegal’, insistió el Ministerio en un comunicado.
El anuncio llega poco después de que Uber anunciara que prestaría servicio de forma gratuita en Seúl, donde el ayuntamiento ha emprendido duras acciones legales para impedir sus actividades.
Ante las fuertes protestas de los taxistas, el ayuntamiento decidió recompensar con 1 millón de wones (826 euros) a aquellos que denunciaran a los conductores que cooperaban con Uber.
Además, en diciembre la fiscalía del país presentó cargos contra la subsidiaria surcoreana y contra el fundador de Uber, el estadounidense Travis Kalanick, por operar un servicio de taxi que se considera ilegal en el país.
La pena a la que se enfrenta Kalanick podría ser de hasta dos años de prisión.
Uber, estrenada por primera vez en San Francisco en 2010, está en el punto de mira de la justicia de varios países, entre ellos España y Holanda, que, entre otras razones, lo han prohibido por competencia desleal a profesionales como los taxistas.
EFE