Taiwán evalúa la posibilidad de adquirir drones navales como medida preventiva ante potenciales agresiones por parte de China, según reportes de medios locales.
El propósito sería fortalecer las capacidades de defensa asimétrica de la isla frente a posibles ataques del Ejército Popular de Liberación chino.
De acuerdo con información proporcionada por el periódico local Taipei Times, tanto el Ejército como la Armada taiwanesa están considerando la viabilidad de incorporar drones navales desarrollados por el Instituto Nacional Chung-Shan de Ciencia y Tecnología de Taiwán como parte del ‘Proyecto Kuachi’.
Este proyecto, con un presupuesto aproximado de 810 millones de dólares taiwaneses, ha dado lugar al desarrollo de dos variantes de barcos no tripulados diseñados para contrarrestar potenciales amenazas militares.
Estos drones están equipados con capacidad de carga para bombas, sistemas de control remoto, rutas predefinidas y transmisión de video en tiempo real, lo que los hace particularmente idóneos para tareas de defensa costera, ataques marítimos, así como detección de minas y submarinos.
Se espera que estos drones navales pasen por una evaluación operativa el próximo año, con la intención de iniciar su producción en masa para el año 2026. Según fuentes citadas, podrían requerirse más de 200 unidades para complementar las capacidades de defensa asimétrica de Taiwán.
La reciente experiencia de Ucrania durante la invasión rusa ha destacado la efectividad de este tipo de drones. Desde el inicio del conflicto, Ucrania ha utilizado con éxito misiles y drones navales y aéreos de fabricación propia para neutralizar una parte significativa de los buques de la Flota del Mar Negro de Rusia.
Además, recientemente se anunció que los próximos ejercicios militares anuales ‘Han Kuang’ de Taiwán incorporarán lecciones aprendidas de conflictos recientes, incluyendo la invasión rusa de Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás.
Taiwán, que ha sido autónoma desde 1949, ha incrementado sus capacidades militares en respuesta a las crecientes amenazas provenientes de China, que la considera una provincia rebelde. El gobierno taiwanés, liderado por el Partido Democrático Progresista, ha asignado un presupuesto récord para la defensa este año, reflejando la preocupación por la seguridad nacional.