Terry Gou, el multimillonario fundador de Foxconn, anunció sus intenciones de postularse a la presidencia de Taiwán.
Gou, quien amasó una fortuna personal de alrededor de 4.4 mil millones de dólares gracias a la fabricación de iPhones, dijo en un foro de seguridad en Taipei que estaba sopesando un intento por desbancar al presidente taiwanés Tsai Ing-wen.
‘Sí, voy a tomar una decisión, participaré en las primarias del KMT’, dijo Gou, de 68 años, el martes en el evento organizado por el American Institute en Taiwán, la embajada de Estados Unidos y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán.
Se esperaba que el KMT de la oposición, que ha controlado Taiwán durante casi todos los años desde la Segunda Guerra Mundial, elija un candidato en las próximas semanas.
Gou planea dimitir en los próximos meses como presidente de Foxconn Technology Group, que destacó nivel mundial como el principal socio en la producción de dispositivos para Apple.
Louis Woo, su asistente especial, más tarde dijo a Bloomberg que no se retiraría de las operaciones y se centraría en la estrategia, pero no planeaba renunciar a su presidencia.
Si bien la riqueza y la notoriedad de Gou podrían llamar la atención sobre la carrera, su experiencia empresarial también presenta responsabilidades políticas.
Gou ha enfrentado críticas por trasladar sus fábricas a través del estrecho de Taiwán, siendo uno de los primeros ejecutivos externos en explotar salarios más baratos y costos de la tierra en el continente.
Las instalaciones de Foxconn en Zhengzhou, China, emplearon a cientos de miles de trabajadores y produjeron más de 100 millones de iPhones cada año. Este éxito ha estado teñido de controversias, especialmente por una serie de suicidios cometidos por empleados que centraron el escrutinio de las condiciones laborales de los trabajadores.
China cortó la comunicación oficial con Taiwán después de que el Partido Democrático Progresista de Tsai expulsara al KMT de la presidencia y la mayoría parlamentaria en 2016, citando su negativa a aceptar que ambas partes pertenecen a ‘una China’.
Ambas partes se han gobernado por separado desde que Chiang Kai Shek trasladó su gobierno nacionalista a Taipei durante la guerra civil China.