En el último número de McKinsey Quarterly se informa que el 45% de las tareas que realiza un trabajador en Estados Unidos podría ser automatizado.
Si las computadoras se volvieran tan capaces como un ser humano promedio, el porcentaje de tareas desplazadas por una computadora sería de un 58%.
Resulta sorprendente, según el estudio, que gran parte de las labores son rutinarias, y más inquietante aún que tan sólo el 4% de ellas requieren de creatividad de personas de un nivel normal; más aún, sólo el 29% de las labores implica la detección de emociones por parte del empleado.
El estudio establece que muy pocas actividades pueden ser automatizadas en parte o en su totalidad en el corto y mediano plazo; más bien, ciertas actividades son susceptibles de ser automatizadas.
La automatización de las actividades no tiene como que objetivo final la reducción de costos, también tiene implicaciones importantes en la eficiencia y la calidad y, desde luego, en aquellas que superan las capacidades humanas.
El estudio considera que cerca del 60% de las ocupaciones podrían tener el 30% o más de actividades automatizadas, incluso, ‘estimamos que las actividades que consumen más del 20% del tiempo de un director general podrían ser automatizadas con las tecnologías actuales’.
El informe fue escrito por Michael Chi, Director del Instituto Global McKinsey; James Mayika, Director del Instituto; y Mehdi Miremadi, Director de la oficina de McKinsey en Chicago.
Con información de Bloomberg
