Donald Trump provocó, dado el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, la cancelación de un proyecto para que la compañía china Fujian Jinhua Integrated Circuit pudiera convertir al país en una potencia tecnológica autosuficiente en la fabricación de chips; con lo cual el sueño se ha hecho añicos, las fábricas pararon y los trabajadores quedaron inhabilitados.
Hace menos de un mes, Jinhua estaba a toda velocidad levantando la empresa financiada por el gobierno local que cubría su esquina de la ciudad con centrales eléctricas, grandes dormitorios para trabajadores y modernos laboratorios de investigación, a pocos meses de la fecha límite para iniciar la producción a gran escala de unas 60,000 piezas al mes, un paso clave para dar a China una gran competitividad en chips de memoria utilizados en teléfonos inteligentes.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos interpuso una demanda por robar tecnología estadounidense, y el Departamento de Comercio cerró la puerta a las compras del equipo de fabricación de chips que necesitaba para alcanzar ese hito.
El trabajo de expansión se detuvo cuando sus proveedores estadounidenses e incluso europeos evitaron la ciudad. Ahora, la incertidumbre envuelve al presidente de la compañía, considerado uno de los tres futuros campeones nacionales de fabricación de Chips.
“Nadie sabe con seguridad qué es lo que sigue, ni siquiera los funcionarios del gobierno local”, dijo un ingeniero a Bloomberg News en condición de anonimato. “Solo Xi Jinping y Donald Trump pueden salvarnos ahora. Ahora esperamos que el gobierno nos vea tan importantes como ZTE”.
Si bien la administración Trump puede revertir el curso, como lo hizo con una moratoria similar en ZTE, el caso ilustra la facilidad con que Washington puede descarrilar los esfuerzos de China. Esto puede fortalecer la determinación de la parte continental de desarrollar sus propias capacidades de chip para que pueda, de una vez por todas, deshacerse de la dependencia de 200 mil millones de dólares de importaciones anuales.
Antes de la acusación, Jinhua estaba progresando. En poco más de dos años, la compañía acumuló una plantilla de aproximadamente 1,000 personas y armó una línea de ensamblaje piloto que generó 5,000 piezas de 12 pulgadas “ (utilizables) al mes, suficientes para millones de Chips. United Microelectronic que fue uno de los principales productores de contratos de la industria, fue su socio de investigación y desarrollo para la tecnología de memoria de acceso aleatorio dinámico bajo un acuerdo de licencia.
“Los chips de memoria son un cemento para toda la industria de TI, por lo que China está ansiosa por romper el monopolio internacional y mejorar su poder de discurso en el mundo”, dijo Roger Sheng, analista de la industria de Gartner Research.
