Las prácticas y las experiencias de compra de bienes y servicios están dando un giro histórico a causa de la convergencia de innovaciones tecnológicas vinculadas a internet en el momento decisivo de la compra.
El poder de compra del consumidor se enriquece con una mejor información y documentación colaborativa, y con la expansión de la movilidad para consumos en cualquier momento y lugar.
De hecho, los dispositivos móviles, cada vez más vinculados a nuestra vida cotidiana, están impulsando el comercio online y son un propulsor de las ventas. Ante ello, cada vez se ofrecen más aplicaciones y catálogos comerciales como un canal de compras efectivo.
La consulta de productos y servicios en línea, la colaboración entre consumidores en redes sociales, los modelos de comercio electrónico y los pagos móviles son un gran aliado para elevar la experiencia de compra y alentar el consumo de bienes y servicios.
Desde luego este fenómeno, aún incipiente, movilizará el mercado, sobre todo en el segmento de nuevos consumidores, y por lo tanto obligará a los empresarios a ajustar sus plataformas y modelos de negocio a una nueva realidad donde el cliente tiene en la mano durante todo el proceso de compra, inclusive… ¡la tienda!