Twitter reunió a un equipo legal para demandar a Elon Musk por una ‘adquisición abandonada’, después de que el multimillonario desistiera de su intención de compra de la red social.
La compañía contrató a la firma Wachtell, Lipton, Rosen & Katz, el peso pesado de la ley de fusiones, mientras se apresura a demandar a Musk por deshacer el acuerdo de compra de la compañía por 44,000 millones de dólares, según personas familiarizadas con el asunto.
Twitter tiene como objetivo presentar una demanda a principios de esta semana, de acuerdo con las personas que pidieron su anonimato. Al contratar a Watchdell, obtiene acceso a abogados que incluyen a Bill Savitt y Leo Strine, quien se desempeñó como canciller del tribunal de la cancillería de Delaware, donde se escuchará el caso.
A manera de respuesta, el fundador de Tesla y SpaceX usó su propio retrato para componer unas viñetas en las que cuenta su versión de la historia, recordando que al principio ‘dijeron que no podía comprar Twitter’ y después de acordar la adquisición la empresa ‘no divulgaba información sobre bots o cuentas falsas’, un tema que considera clave.
Con unas fotos en las que se ríe y expresa burla, el multimillonario dio a entender que con esta polémica sale ganando, ya que -asegura- si quieren ‘forzarlo’ a comprar Twitter en un tribunal, eso va a suponer que la empresa tendrá que divulgar ante la Justicia la información sobre bots que le negó a él.
Musk dijo el viernes al regulador bursátil que cancelaba la compra de Twitter por supuesta ‘brecha’ en el contrato, argumentando que la tecnológica le ofreció informaciones ‘falsas y engañosas’ durante las negociaciones y que no le ha facilitado datos que considera esenciales para cerrar la transacción.
Estos se refieren principalmente al número de cuentas falsas o de spam que hay en la red social, que según Twitter suponen menos del 5% del total pero que el hombre más rico del mundo comenzó a cuestionar casi inmediatamente después de anunciar la compra de la empresa el pasado abril.
Musk atrajo a Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan LLP, la firma que lideró su defensa exitosa contra un reclamo por difamación en 2019 y lo representa como parte de una demanda en curso de accionistas, por su intento fallido de privatizar Tesla en 2018.
Delaware es el hogar corporativo de más de la mitad de las empresas públicas en Estados Unidos, incluido Twitter, y más del 60% de las empresas de Fortune 500. Allí, los jueces de la cancillería, expertos en derecho comercial, escuchan casos sin jurado y no pueden otorgar daños punitivos. Con base en peleas de fusiones anteriores, los esfuerzos para rescindir un acuerdo pueden desarrollarse en unos pocos meses, y a menudo terminan con acuerdos para evitar más disputas.
En una presentación ante los reguladores después del cierre oficial del mercado el viernes, Musk anunció planes para retirar su oferta de 54.20 dólares por acción para comprar Twitter, alegando que la empresa tergiversó los datos de los usuarios.
El presidente de Twitter, Bret Taylor, respondió prometiendo hacer cumplir el acuerdo en lo que promete ser una ardua pelea judicial.
Las acciones de Twitter cerraron con una baja de 5.1% al 36,81 dólares en la negociación oficial y cayeron 4.8% a unos 35 dólares en la actividad posterior a la comercialización.