El gigante de la fabricación de chips TSMC tuvo una breve caída de energía y un error humano, que desencadenaron un apagón generalizado en Taiwán.
Esta situación provocó una caída repentina de voltaje que provocó el cierre de la planta como medida de protección.
La falla se produjo precisamente en el momento más inconveniente, sobrecargando una red eléctrica ya tensa por el aumento de las temperaturas, la escasez de agua, la producción solar volátil y el consumo de energía más alto de lo esperado, y se convirtió en un apagón que afectó a las principales ciudades de Taiwán, incluida Taipei.
El apagón afectó temporalmente a más de 4 millones de hogares y casi la mitad de los parques industriales de Taiwán, antes de que se restableciera el suministro eléctrico el jueves por la noche.
Si una planta de fabricación de semiconductores se detiene repentinamente por un corte de energía, pueden perder lo que equivale aproximadamente a un mes de producción, dijo el analista de Bloomberg Inteligence, Charles Shum. ‘No son solo las obleas en fabricación las que deben abandonarse, todas las máquinas deben dejarse inactivas para su mantenimiento y recalibración’.
La escasez de suministros a nivel mundial de alta gama, ha aumentado las preocupaciones, lo que provoca una lucha entre las principales empresas, desde las marcas de electrónica de consumo hasta los fabricantes de automóviles, para asegurar los escasos suministros de chips de TSMC y sus pares nacionales.
El apagón también puede aumentar el escrutinio del esfuerzo del gobierno para liberar la energía nuclear y el carbón, que los oponentes ven como fuentes confiables de energía.
En un comunicado pidiendo disculpas por el incidente, Taipower dijo que el consumo de electricidad excedió las estimaciones iniciales de la empresa debido a las altas temperaturas y la fuerte actividad económica.