Un informe publicado en la plataforma de internet Medium y firmado por el ingeniero neoyorquino Christian Serron, director de la factoría de software Bros, señala que desde la primera implantación exitosa de un marcapasos en América, en 1960 por los doctores Orestes Fiandra y Roberto Rubio, hasta la creación del examen de mamografía, «Uruguay obtuvo logros tecnológicos que parecen estadísticamente imposibles para un país de su tamaño» (176,215 kilómetros cuadrados y 3.5 millones de habitantes).
Con una industria de TI en constante expansión, y más de 700 compañías tecnológicas exportando software en 52 mercados diferentes, «Uruguay también es el principal exportador de software per cápita en Sudamérica, y el tercero en el mundo», afirma Serron en su informe.
En él también recuerda que la Universidad de Harvard «identificó recientemente a Uruguay como uno de los centros de desarrollo de software más avanzados de la región».
«De la misma manera que la historia de éxito de Silicon Valley no es simplemente una cuestión de azar -afirma-, el éxito de Uruguay en la industria de TI es el resultado de un sofisticado plan maestro del Gobierno, combinado con una serie de circunstancias oportunas».
Bros compara la política de subvenciones del Gobierno de EE.UU. en la Bahía de San Francisco, después de la Segunda Guerra Mundial y hasta finales de los años 70, con los «sobresalientes beneficios tributarios y los incentivos gubernamentales que se han aplicado en Uruguay durante la última década».
En este sentido, señala que el beneficio más relevante para las firmas globales de TI es la exención del 100 % del impuesto a la renta por el pago obtenido a través de las exportaciones de software y sus servicios relacionados (Decreto 150/2007).
Otro paralelismo detectado en el estudio es el talento de los profesionales establecidos, y de los jóvenes graduados universitarios, de Silicon Valley con el hecho de que Uruguay se convirtiera en 2018 en uno de los primeros países del mundo en adoptar el programa One Laptop per Child (OLPC), proyecto destinado a llevar la informática a los niños del mundo en desarrollo.
Fruto de ello, hoy en día, casi todos los 300,000 alumnos de las escuelas públicas de Uruguay tienen sus propias computadoras y muchos graduados de la escuela secundaria se inscriben en programas de informática o ingeniería, resalta Serron.
Otro punto en común es la implantación de espacios de trabajo conjunto para los jóvenes emprendedores, que son parte del núcleo de cualquier «startup» uruguaya y representan una solución al problema del aislamiento que muchos autónomos experimentan trabajando en casa, se señala en el documento.
Otra factor clave, según el informe publicado en Medium, es el de las zonas francas económicas que operan en Uruguay desde hace más de 20 años, libres de todos los impuestos, entre ellos los aplicados a los dividendos pagados a los accionistas y el IVA de la construcción y de los equipos necesarios para su funcionamiento.
Además de ser un centro logístico regional (gracias a su puerto natural), Uruguay es líder en comunicaciones en América Latina según el Índice de Desarrollo de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) 2014-2015 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, que mide la penetración de Internet y el uso de teléfonos móviles y otros indicadores relacionados, pone de relieve.
También enfatiza que Montevideo tiene «una próspera escena de ‘startups’, más notablemente en la industria del juego, similar a lo que alguna vez fue el Homebrew Computer Club en Menlo Park, California», lo que llamó la atención del conocido acelerador «500 Startup», que en junio de 2017 anunció su llegada a Uruguay como parte del Programa Acelerador de Montevideo.