En los últimos tres años, Venezuela ha logrado reducir su atraso en el ámbito de las telecomunicaciones gracias a la flexibilización de los controles sobre las tarifas de servicios y la agilización de los permisos para empresas privadas del sector.
Estas empresas buscan implementar la tecnología 5G y expandir el acceso a Internet mediante fibra óptica, con el objetivo de modernizar el país.
Entre agosto de 2020 y agosto de 2023, Venezuela escaló 50 posiciones en la lista global de Speedtest sobre velocidades de conexiones de banda ancha fija, pasando de 6.15 megabits por segundo (Mbps) a 29.51 Mbps.
Pedro Marín, presidente de la Cámara de Empresas de Servicios de Telecomunicaciones (Casetel), señaló: ‘Definitivamente, ha habido una mejora muy significativa en el rezago tecnológico y en cuanto a las velocidades’. Marín indicó que cerca del 60% de la población se ha migrado a la tecnología 4G o 4G+.
Marín explicó que la pandemia de la COVID-19 reveló debilidades en el sector, lo que llevó al Gobierno a realizar cambios importantes, como la liberación de tarifas que habían estado congeladas, lo cual brindó un impulso a las empresas. Esto les permitió invertir en nueva infraestructura, mantenimiento y compensar los daños causados por el vandalismo.
Además, se ha acelerado el proceso de obtención de habilitaciones, lo que ha resultado en un aumento del 133% en el número de empresas privadas de telecomunicaciones desde 2017, según cifras oficiales.
Un total de 99 empresas, incluyendo 16 extranjeras, participaron en la primera feria internacional de las telecomunicaciones de Venezuela en septiembre, donde el presidente Nicolás Maduro anunció planes para conectar a más de tres millones de hogares a Internet por fibra óptica a través de alianzas con empresarios locales e internacionales. Actualmente, 180,000 hogares cuentan con Internet a través de fibra.
Maduro también ordenó financiar proyectos para fortalecer las telecomunicaciones y exoneró impuestos de importación, IVA y tasas aduaneras en los suministros comprados por las empresas para el desarrollo del sector.
A pesar de estos avances, Marín destacó que un desafío para la expansión del Internet en el país es el cobro por parte del Estado a las empresas proveedoras por el uso de las ‘vías generales de telecomunicaciones’, como sistemas subterráneos o de postes donde se instala la fibra.
Respecto a la implementación del 5G, Marín indicó que será un proceso gradual que requerirá inversiones considerables en equipos y radiobases. También es necesario mejorar el poder adquisitivo de la población para que pueda acceder a dispositivos 5G, lo cual es un desafío en un país con un salario mínimo equivalente a 3.7 dólares y donde solo el 15% de la población gana más de 300 dólares al mes.
Además, Venezuela necesita aumentar su ancho de banda internacional, lo que es complicado debido a las sanciones internacionales. También persiste la crisis eléctrica como un obstáculo para superar por completo el rezago en telecomunicaciones.
