Fitbit anunció hoy que está aprovechando la inmensa base de datos físicos que recopila con sus relojes y pulseras inteligentes para detectar enfermedades.
Estos dispositivos, que registran las constantes de salud y el ejercicio de sus usuarios, generan una gran cantidad de datos que a su vez permiten mejorar los algoritmos, con el objeto de tratar de detectar cardiopatías, enfermedades crónicas, cuestiones de estrés y problemas de sueño.
Fitbit posee la mayor base de datos del mundo en el ámbito de la salud y el ejercicio, con 82 millones de horas de pulso, 5,000 millones de horas de sueño y 160,000 millones de horas de deporte de unos 50 millones de personas en 65 países, explica el CEO y cofundador de Fitbit, James Park.
Según el directivo, se han obtenido unos resultados iniciales muy alentadores en la detección de la apnea (90%) y de la fibrilación auricular (98%), el tipo de arritmia cardíaca más frecuente.
‘Estamos en el amanecer de una revolución de la forma en la que practicamos la medicina en todo el mundo’, agrega Park.
La compañía presentó recientemente su primer reloj inteligente, el Fitbit Ionic, que registra el pulso cardíaco, funciona como un guía personal, cuenta con GPS y resiste hasta 50 metros debajo del agua.
Además, puede almacenar hasta 2.5 GB de música, sirve para realizar pagos, cuenta con aplicaciones básicas (tiempo, música) y con una batería que dura hasta cuatro días.
EFE