La compañía BEA Systems está probando un Handley Page Jetstream 31, un avión autónomo que cuenta con sistemas no solo para volar una ruta, sino también modificarla según el tráfico aéreo que lo rodea y la meteorología prevaleciente.
Las capacidades de esta nave le permiten recibir información meteorológica vía satélite y de otras aeronaves mediante el sistema TCAS, que transmite información acerca de su posición, ruta y velocidad; y es capaz de calcular si las naves están en rumbo de colisión; también utiliza cámaras para detectar otras aeronaves en caso de que éstas no transmitan señal TCAS. es decir, tiene capacidad de decisión, lo que no ocurre con los drones pilotados remotamente.
De hecho, esta nave está al tanto del entorno, es decir, como se dice en términos aeronáuticos, tiene ‘conciencia situacional’. Es mucho más segura que un dron sin piloto que no está dotado de este tipo de capacidad para reaccionar ante imprevistos.
Son muchas las empresas aeronáuticas que están abordando proyectos de aviones con pilotos automáticos que controlen la ruta, altura y velocidad, de tal manera que no pasarán mucho tiempo antes de que veamos estas aeronaves transportando carga.
La empresa de paquetería Fedex, por ejemplo, podría beneficiarse del uso de estas aeronaves autónomas. Aunque desde luego habrá que esperar –como en el caso de los autos– que transcurra un periodo de pruebas para que las autoridades correspondientes autoricen el servicio.
Con información de El País