China completó hoy su sistema de navegación BeiDou (BDS) con el lanzamiento de su último satélite, que le permitirá ofrecer servicios de geolocalización a nivel global y le dará independencia de la tecnología GPS estadounidense tanto a nivel militar como civil.
El último satélite de la serie BDS-3 despegó a las 09:43 hora local (01:43 GMT) transportado por un cohete de la serie ‘Larga Marcha 3B’ desde el centro de lanzamiento de Xichang, en un valle oculto entre montañas del suroeste del país.
Apenas 25 minutos después, entró en la órbita terrestre y desplegó sus paneles solares, que le proporcionarán energía para su funcionamiento.
La conclusión del sistema BDS, con 35 satélites, representa un paso significativo en el imparable desarrollo espacial del gigante asiático de las últimas décadas y le permitirá ofrecer al mundo servicios de posicionamiento global con mayor precisión que su alternativa estadounidense, según los responsables chinos.
China comenzó a construir el BeiDou hace 20 años, con el objetivo de ser autosuficiente en tecnología de navegación y disponer de un sistema alternativo al GPS, desarrollado por el Ejército de EU.
Con 35 satélites, BeiDou cuenta con más que los 31 del sistema estadounidense y también con más que el GLONASS y el Galileo.
Según sus promotores, BeiDou ofrece un margen de desviación en la precisión de 10 centímetros, frente a los 30 centímetros del GPS.
Además de navegación y posicionamiento, el BDS ofrecerá servicios de comunicación gracias a su mayor ancho de banda e incorpora relojes atómicos más estables y precisos, según la Academia China de Tecnología del Espacio.
La inversión estimada de China en el proyecto supera los 10,000 millones de dólares.
Cerca de 200 países han solicitado ya a China las tecnologías BDS, que exporta actualmente a más de 120 naciones.