La Comisión Europea (CE) investigará en profundidad la compra de la empresa de chips y software japonesa Arm por parte del fabricante de procesadores estadounidense NVIDIA, al temer que la operación restrinja el acceso de los competidores de NVIDIA a la tecnología de Arm, provocando distorsiones en la industria de chips y semiconductores.
NVIDIA fabrica procesadores para productos como centros de datos, aplicaciones para automóviles o videojuegos, mientras que Arm concede las licencias de propiedad intelectual para las unidades de procesamiento, en particular a los fabricantes de semiconductores y de sistemas de chips.
Por tanto, aunque no compiten directamente, la Comisión teme que al ganar el control total de la tecnología de Arm, NVIDIA pueda limitar el acceso a la misma por parte de sus competidores, llevando a un aumento de los precios y una reducción de las opciones y la innovación en la industria de semiconductores.
‘Nuestro análisis muestra que la compra de Arm por parte de NVIDIA podría llevar a un acceso restringido o degradado a la propiedad intelectual de Arm, con efectos distorsionadores en muchos mercados dónde se usan semiconductores’, dijo la vicepresidenta ejecutiva de la CE y responsable de Competencia, Margrethe Vestager.
Bruselas cree que la empresa fusionada tendría incentivos económicos para llevar a cabo estrategias de exclusión de mercado que reduzcan la competencia en el suministro de procesadores para varios productos.
En concreto, afectaría a los centros de datos para CPUs, así como a los de semiconductores utilizados en sistemas de conducción asistida para automóviles y en aplicaciones de infoentretenimiento incluidas en los vehículos, como los sistemas de navegación, las conexiones WiFi o Bluetooth, o los sistemas de reproducción de audio y vídeo.
También impactaría en los mercados de sistemas de chips utilizados en ordenadores, consolas de videojuegos o dispositivos de alto rendimiento del Internet de las Cosas (que se refiere a sistemas como los sensores que controlan el encendido de las luces de forma automática en las casas o los frigoríficos inteligentes, entre muchos otros).
Bruselas investigará también si la fusión limitará la innovación en el mercado de semiconductores al hacer a algunos productores más reticentes a compartir información con Arm o reorientar el gasto en I+D de la japonesa hacia las actividades que sean más rentables para NVIDIA.
En el marco de la investigación preliminar, las empresas ya ofrecieron compromisos a la Comisión para intentar paliar estas preocupaciones, pero el regulador europeo las consideró insuficientes.
El Ejecutivo comunitario tiene ahora hasta el 15 de marzo de 2022 para decidir sobre una operación valorada en 40,000 millones de euros.
La apertura de la investigación llega en un momento de crisis por la escasez de suministro mundial de semiconductores, materiales indispensables para la fabricación de chips que, a su vez, son imprescindibles para producir dispositivos electrónicos, desde automóviles hasta videojuegos, pasando por móviles o aplicaciones industriales.
Los cuellos de botella en los suministros han llevado a algunas empresas europeas incluso a paralizar temporalmente la producción y a la UE a estudiar el modo de ganar autonomía en un mercado dominado por un puñado de proveedores asiáticos.
‘Nuestra investigación busca asegurar que las empresas activas en Europa siguen teniendo acceso efectivo a la tecnología necesaria para fabricar productos semiconductores de última generación a precios competitivos’, dijo Vestager.