En México, solo el 10% de los fondos de desarrollo bancario se asignan al sector de las telecomunicaciones, a pesar de su importancia en medio de la reubicación de empresas o nearshoring, según revelaron el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y Nacional Financiera (Nafin).
Rodrigo Celorio, director de financiamiento de Bancomext, informó que ambas instituciones tienen una cartera de proyectos conjunta que asciende a 175,000 millones de pesos (aproximadamente 10,215 millones de dólares).
Dentro de esta suma, 14,000 millones de pesos (unos 817 millones de dólares) se encuentran en su portafolio de financiamiento directo, sin intermediarios.
Además, hay proyectos adicionales pendientes por un valor de 3,500 millones de pesos (alrededor de 204 millones de dólares). Sin embargo, esto representa solo el 10% de la financiación destinada a proyectos en el sector de las telecomunicaciones, que alcanza un total de 17,500 millones de pesos (1,021 millones de dólares) y que es vital en la economía mexicana.
Celorio también explicó que la capacidad de financiamiento conjunta de Bancomext y Nafin asciende a un máximo de 210 millones de dólares por cada una de estas instituciones, según lo estipulado por la Comisión Nacional Bancaria.
El funcionario subrayó la necesidad de aumentar la inversión en este sector, a pesar de reconocer que los costos elevados han obstaculizado la inversión en infraestructura por parte de nuevos operadores, lo que ha llevado a que las nuevas empresas en México utilicen la capacidad instalada del Gobierno a través de la empresa estatal Altán Redes.
Por su parte, Daniel Ríos, vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, Telecomunicaciones e Informática (Canieti), destacó que cada 10 puntos de conectividad contribuyen a aumentar en un punto porcentual el producto interno bruto (PIB) de México. Ríos enfatizó que el futuro será digital y que las redes de telecomunicaciones desempeñarán un papel fundamental en este sentido.
Asimismo, señaló que el Gobierno mexicano está perdiendo ingresos al no hacer más atractivas las inversiones para aprovechar el espectro de telecomunicaciones, lo que podría impulsar el crecimiento del sector, que actualmente representa el 3.6% del PIB mexicano, y aumentar la recaudación de impuestos al valor agregado (IVA) y sobre la renta (ISR), además de atraer una mayor inversión extranjera directa.
