El Internet de las Cosas se encuentra en una fase temprana de desarrollo, pero en los próximos años seremos testigos del potencial tecnológico que plantea: una tendencia que tendrá un impacto económico estimado en 19 billones de dólares a nivel mundial.
Este concepto comprende miles de millones de objetos cotidianos interconectados y equipados con identificadores exclusivos con la capacidad de grabar, enviar y recibir datos automáticamente. Además de computadoras, teléfonos o herramientas de comunicación, estas ‘cosas’ incluyen sistemas de iluminación, de seguridad, equipos de oficina, electrodomésticos, sensores médicos o de estado físico, equipamiento de fábricas, etcétera.
Para el 2020 se pronostican 32 mil millones de dispositivos conectados – lo que representaría el 10% de los datos mundiales –, según la consultora IDC. Hoy en día la cantidad de dispositivos o cosas que se pueden conectar vía Internet está alcanzando los 200 mil millones, sin embargo solamente un 7% (ó 14 mil millones) ya están conectados y comunicándose por esta gran Red.
La próxima evolución de Internet plantea innumerables ventajas, tales como: administración de grandes recursos, optimización de la cadena de suministro, efectividad de costos, mejor atención e interacción con clientes, mayor calidad de vida de las personas, eficiencia e incremento en la productividad laboral, mejora el acceso a la información, por mencionar algunas.
A continuación se presentan algunos ejemplos sobre la manera en que impactará el Internet de las Cosas en los negocios:
- Logística. Movimiento inteligente de las cargas, a través de la sincronización continua de la información en las cadenas de suministro.
- Transporte. Los conductores de un vehículo podrían conocer sus patrones de conducción o ser avisados del fallo de una pieza, antes de que se produzca.
- Retail. La frontera entre las experiencias de compra física y online se irá difuminando, ya que la tecnología permitirá interactuar con el cliente de acuerdo a sus preferencias y hábitos de consumo.
- Salud. Los sensores de IoT podrían diagnosticar anticipadamente enfermedades que pueden resultar mortales. Al momento de detectar un problema, lanzarán un aviso o suministrarán una dosis medicinal.
- Agricultura. Sensores con chips y conexión sin cables están permitiendo la medición de humedad del terreno en tiempo real, tomando decisiones sobre las distintas producciones agrícolas en todo el proceso.
- Casas y ciudades inteligentes. Será posible medir el consumo de agua y electricidad, aumentar la seguridad y la comodidad. Las ciudades inteligentes podrían generar modelos sustentables de desarrollo y mejorar ampliamente la calidad de vida.
En síntesis, existen grandes ganancias por obtener en prácticamente todos los sectores de la industria: salud, farmacéuticas, fabricación, energía, seguridad, telecomunicaciones, finanzas, seguros, y muchas más. Sin embargo, esta conectividad universal plantea retos en materia de seguridad y privacidad de los datos. Por ejemplo, IDC estima que el 40% de los datos en el universo digital requieren algún tipo de protección. En México, sólo el 47% de la información que requiere protección cuenta con ella.
No hay que olvidar que cualquier daño o ataque hacia estos dispositivos conectados por Internet puede causar graves pérdidas a la empresa. Es importante tener una previsión de las futuras amenazas en esta evolución de Internet, de forma que podamos estar listos y administrar estos equipos de manera segura.
Fuente: Blue Coat