Por Spencer Hamons, Director de Tecnología para NetApp Healthcare
He trabajado como Director de Tecnología para hospitales y organismos de salud en Estados Unidos por los últimos 19 años. Durante ese tiempo, muchos vendedores se han acercado a mí ofreciendo soluciones de hosting remotas, primero bajo el nombre ‘ASP’, después llamadas ‘Software como Servicio’ (SaaS), y ahora denominado ‘Nube’; independientemente de cómo lo llamemos, siempre existieron dudas para implementar estas innovaciones.
Contaré mi experiencia ya que estoy convencido de que el sector salud, así como muchas industrias actuales, adoptará la tecnología de la nube en los próximos años.
La conectividad y la viabilidad de la nube
Para el cómputo en la nube, el principal limitador ha sido la conectividad. Para que se aproveche al máximo esta tecnología dentro de la industria, las organizaciones requieren estar siempre activas y que el acceso a las aplicaciones esté disponible todo el tiempo. De igual forma, la conectividad necesita garantizar que no habrá fallas en la red o de las aplicaciones.
Comúnmente esto es un problema inexistente para las instalaciones ubicadas en áreas metropolitanas de gran tamaño, sin embargo para aquellas organizaciones ubicadas en ciudades más pequeñas y con una gran dispersión geográfica, este tipo de conectividad puede ser demasiado costoso, o en ocasiones no ofrece disponibilidad la mayor parte del tiempo.
Otra dificultad se presenta cuando una organización reconocida y de gran tamaño que ofrece atención de salud, se afilia con pequeños hospitales o centros comunitarios, ya que si una entidad decide integrar una estrategia basada en la nube para estar siempre activa, los requerimientos de conectividad deben replicarse en cada uno de los centros afiliados sin importar su tamaño. De esta forma, incluso para los pequeños centros de salud, la mayoría de veces ubicados en zonas alejadas, el acceso a los datos es crítico.
Utilizar nubes privadas como método para incrementar la disponibilidad
Dentro de la industria de la salud, los CIOs han identificado la variedad de aplicaciones que utilizan, las cuales son Tier-0 y suelen ser administradas internamente como un método para reducir el riesgo de la falta de disponibilidad. En los últimos años, la disponibilidad en la conectividad se ha vuelto más accesible, por lo que instituciones dentro de las grandes áreas metropolitanas han comenzado a reconsiderar esta estrategia.
Por otra parte, las redes integradas (IDN) han evaluado métodos de tolerancia a fallos para garantizar una conectividad permanente a los hospitales y clínicas. A medida que estas tecnologías se vuelven más frecuentes, la viabilidad de la utilización de aplicaciones en la nube se convierte en una realidad.
Es posible que los CIOs dentro del sector salud comiencen su transición hacia la nube mediante la colocación de aplicaciones Tier-3 o Tier-4 no críticas, y la evaluación de la capacidad de su diseño de infraestructura para proporcionar acceso permanente a la aplicación. Esta estrategia les permite identificar debilidades en el diseño de una manera mínimamente perjudicial.
Otra estrategia que emplean los CIOs en esta transición es utilizar un modelo privado de nube. De esta manera, las empresas dentro de esta industria son capaces de controlar todos los aspectos de la entrega de aplicaciones, incluyendo la conectividad física más básica de calidad de servicio (QoS), con métricas de determinados tipos de tráfico. En muchos casos, existen ofertas que proporcionan una solución más segura y de alta disponibilidad que lo que una nube pública podría brindar.
Estrategias para avanzar
Conforme las organizaciones de salud comiencen a adoptar soluciones de nube en los próximos años, se requerirán soluciones capaces de gestionar eficazmente los datos utilizados por cientos de médicos cada día, así como de reducir los riesgos en la gestión de datos entre arquitecturas de nube privada, pública e híbrida.
Los sistemas de salud con distintas sucursales pueden mejorar su protección y disponibilidad siempre activa mediante tecnologías que permitan mantener las aplicaciones críticas siempre disponibles, logrando que 200 kilómetros de distancia no sean una barrera y que se puedan lograr operaciones siempre sin interrupciones.
Las instituciones que adoptan un modelo privado de nube en lugar de una nube pública pueden crear infraestructuras totalmente tolerantes a fallas a través del uso de esta tecnología.
La tecnología dentro del sector salud parece ser un poco anticuada o alejada a las soluciones actuales en muchos aspectos, principalmente cuando se compara con las soluciones empleadas en otras industrias de todo el mundo. Generalmente, esto es debido a la naturaleza de riesgo que existe dentro de la industria, puesto que los CIOs de la salud deben tomar mayores precauciones.
Los nuevos avances tecnológicos en la industria ahora son capaces de ayudar a reducir el riesgo, en lugar de simplemente mover los factores de un área de operación a otra.