Algunas mujeres se están salvando de la trata de personas con aplicaciones de mensajería instantánea, dentro de un grupo en WhatsApp.
Sophie Otiende, quien es consultora en Nairobi de un grupo sin fines de lucro contra la trata de personas, ha utilizado la aplicación de mensajería gratuita de WhatsApp, proporcionando información a mujeres radicadas en Libia que se conocieron entre sí a través de medios sociales y decidieron formar un grupo de apoyo.
Muchas mujeres temían por sus vidas y necesitaban una salida, por lo que Otiende y sus colegas comenzaron suministrándoles las direcciones, el papeleo y puntos de contacto necesarios para huir a Kenia, con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio Internacional de ese país y la Organización Internacional para las Migraciones.
Para 2014, 31 mujeres se habían escapado del esclavitud sexual y comenzado a construir una nueva vida en Kenia, según Otiende. ‘Ellas arriesgaron todo’, y agrega: ‘estábamos constantemente preocupados por ellas, pero hemos sido capaces de comunicarnos’.
De alguna manera Internet y los medios sociales han alimentado el problema de la trata de personas en todo el mundo, de tal manera que nunca como ahora había sido tan fácil comercializar el trabajo forzoso.
La Organización Internacional del Trabajo dice que se trata de un mercado de 150,000 millones de dólares en el que se victimiza a unos 21 millones de personas; 4.5 millones de estas son explotadas sexualmente.
Muchas niñas abusadas o víctimas de la trata tienen teléfonos móviles como una forma para que sus victimarios tengan control sobre ellas, dice Hameela Nishat, fundador de la Asociación de Recursos y Bienestar Shaheen de la Mujer, un refugio sin fines del lucro en Hydererabad, India. Nishat dice disponer de 10 voluntarios que utilizan WhatsApp para comunicarse con cerca de 100 mujeres y niñas.
Otiende comenta que su organización está ayudando a los fugados de Libia a encontrar trabajo, vivienda y asesoramiento para el estrés post-traumático. Los migrantes, refugiados y otras personas desplazadas siguen siendo particularmente vulnerables a los traficantes de esclavos. ‘El problema es que siempre nos sentimos dos pasos detrás de donde están los traficantes’, comenta la consultora.
Las próximas fronteras, según Otiende, incluyen Instagram, Twitter y YouTube. Su grupo está tratando de poner la mayor parte de sus recursos en línea para ayudar a más personas en Kenia y otros lugares. ‘Parar luchar, necesitamos ser capaces de estar al día con lo que está disponible allá afuera; tenemos que ser capaces de evolucionar’.
Mark Zuckerberg, por su parte, opina que WhatsApp podría convertirse en una especie de ‘911 para Internet’.
Con información de Boomberg