Uno de cada tres usuarios de smartphones considera que usará por lo menos cinco wearables conectados para después del 2020, y además se espera que dentro de 5 años estos dispositivos vestibles realicen la mayoría de las funciones de los teléfonos, según el Ericsson ConsumerLab.
De acuerdo con el nuevo informe ‘La tecnología vestible y el Internet de las Cosas’, 6 de cada 10 usuarios de smartphones afirma que los wearables tienen funciones que van más allá de la salud y el bienestar.
Los dispositivos de protección y seguridad personal, –como un botón de emergencia o los localizadores personales– despiertan el mayor interés:
Los 5 wearables más buscados en los cinco mercados encuestados (porcentaje de interesados y dispuestos a comprar):
- Botón de emergencia/SOS (32%)
- Smartwatch (28%)
- Rastreador de ubicación (27%)
- Autenticador de identidad (25%)
- Purificador de agua (24%)
El informe toma como base la opinión de 5,000 usuarios de smartphones (de los cuales 2,500 son usuarios de vestibles) de Brasil, China, Corea del Sur, Reino Unido y Estados Unidos, que representan la opinión de 280 millones de usuarios de smartphones a nivel mundial.
Además de los cinco wearables más buscados, este informe muestra que los consumidores estiman el auge de estos dispositivos para después del 2020, que podrían reemplazar a los smartphones y ayudarían a los consumidores a interactuar con los objetos físicos de la era del Internet de las Cosas (IoT).
El auge del mercado de wearables después del 2020
La adquisición de vestibles entre los usuarios de smartphones en los mercados encuestados se duplicó el año pasado. Sin embargo, los consumidores estiman que tomará al menos un año más para que la generación actual de vestibles pase a primer plano.
Un conjunto de wearables más diverso, como los dispositivos de protección personal y las prendas inteligentes pasarán a primer plano después del 2020, pero cuando esto ocurra, se podrá esperar un mercado en auge. 1 de cada 3 usuarios de smartphones considera que usará al menos 5 vestibles conectados para después del 2020.
Los wearables convertirán a los smartphones en sólo pantallas
La integración de los smartphones en todos los aspectos de la vida diaria hace difícil imaginar un futuro sin ellos. Sin embargo, 2 de cada 5 usuarios de smartphones (43%) consideran que los wearables podrían reemplazar a los smartphones y esto es algo que efectivamente factible, aunque podría tomar tiempo.
A medida que los vestibles se tornen más inteligentes y más independientes, en términos de factores como conectividad, la pantalla del smartphone podría ser cada vez menos importante. El 38% de los usuarios de smartphones indica que los vestibles se utilizarán para realizar la mayoría de las funciones de un smartphone dentro de tan sólo cinco años.
Se pueden observar signos tempranos de desapego de smartphones. Un 40% de los usuarios de smartwatches ya interactúa menos con sus smartphones, según Diana Moya, Directora de ConsumerLab para Latinoamérica de Ericsson.
Los wearables conducen a las personas al Internet de las Cosas
Al conducir a las personas hacia el Internet de las Cosas, la tecnología vestible también acelerará la convergencia del mundo humano y el digital. Mientras que los consumidores están convencidos de que la tecnología vestible los ayudará a interactuar con objetos a su alrededor, también indican que esta tecnología no sería necesariamente en forma de dispositivos.
El 60% considera que las cápsulas que se pueden ingerir y chips bajo la piel serán de uso común en los próximos cinco años, no solamente para monitorear los signos vitales, sino también para abrir puertas, autentificar transacciones e identidad, así como para controlar objetos. Incluso actualmente, el 25% de los propietarios de smartwatches los utiliza para controlar a distancia otros dispositivos digitales en casa, y 30% usa la búsqueda por voz en sus smartwatches.
‘A pesar de que los consumidores muestran gran interés en los dispositivos relacionados con la seguridad, también podemos observar una apertura a la tecnología vestible más allá de la generación actual. Dentro de cinco años, caminar con un sensor que se pueda ingerir, el cual monitorea la temperatura corporal y ajusta el termostato automáticamente una vez que se llega a casa, podría ser una realidad’, afirma Diana Moya.