El Departamento de Energía de Estados Unidos presentó la supercomputadora Summit, la cual es ocho veces más rápida que la anterior supercomputadora basada en ese país.
El Laboratorio Nacional Oak Ridge en Tennessee fue el encargado de construir esta supercomputadora, que además será 100 veces más rápida que la supercomputadora Titan para algunas aplicaciones de inteligencia artificial y cargas de trabajo.
Esta supercomputadora recupera el lugar de mayor rendimiento para Estados Unidos por primera vez desde 2013 y desplaza a la china Sunway TaihuLight, con un rendimiento 60% mayor.
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Summit integra 4,608 servidores con 9,216 procesadores IBM Power, pero en el núcleo del nivel masivo de capacidad computacional se encuentran 27,648 chips Nvidia, y gráficos Volta que son capaces de acelerar drásticamente la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
Nvidia es la compañía que más se beneficia con su lanzamiento. A medida que el mercado continúa adoptando tecnología GPS en sistemas informáticos de alto rendimiento, la posición de liderazgo de la compañía con estas plataformas le proporciona estabilidad de liderazgo a largo plazo.
Este nuevo avance acelerará el trabajo de los científicos en física, creación de nuevos materiales, cuidado de la salud y más.
De hecho, la investigación sobre el cáncer comienza con un proceso que analiza los datos de salud para encontrar relaciones entre factores de la enfermedad, como la genética, los marcadores biológicos y el medio ambiente.
Summit modelará la capacidad de un reactor de fusión, la fuente de energía que alimenta al sol, para tratar de encontrar una forma de comercializar este fuente energía limpia.
Los investigadores están utilizando la inteligencia artificial para identificar los patrones de función y evolución de las proteínas y los sistemas celulares para comprender el Alzheimer, las enfermedades cardiacas y el descubrimiento de fármacos.
Summit tiene la capacidad de 200 petaflops o 200 billones de operaciones de coma flotante por segundo, y eso es lo que le da a la supercomputadora la capacidad de cambiar el planeta.
Aunque el acceso al poderoso hardware se limitará a una pequeña sección de la informática científica, a medida que los precios del hardware sigan disminuyendo, más investigadores tendrán acceso a la capacidad de esta supercomputadora.
