MIAMI.- La primera transacción a través de la popular criptomoneda Bitcoin se realizó hace 10 años, aunque esta operación fue anónima.
Desde entonces, se generó una especie de fascinación a su alrededor, aunque tuvieron que transcurrir 5 años para hacer la conexión entre Bitcoin y las transacciones de negocio.
A pesar de que esta moneda virtual tiene características para el modelo peer-to-peer, algunas limitan su uso en el ambiente corporativo, pues se requiere un mecanismo de criptograrfía que garantice la transacción y que los registros no sean adulterados.
No todo el Blockchain es Bitcoin
Generalmente, el concepto de Blockchain nos remite inmediatamente a pensar en Bitcoins, aunque es importante resaltar que ‘no todo el Blockchain es Bitcoin’, explica Ana Paula Assis, gerente general de IBM Latinoamérica durante el evento Innovation Exchange 2019.
Blockchain, en opinión de Assis, es la tecnología que va a tener más impacto en los negocios en los próximos años, y va a cambiar la manera en que transaccionamos.
La directiva define a Blockchain como si fuera el sistema operativo sobre el cual se llevan a cabo todas las implementaciones.
Blockchain puede definirse como un protocolo de comunicación distribuido en los nodos de la red, descentralizado y sin intermediarios, inmutable, transparente, que no elimina el rastro de las operaciones y que además es interoperable en distintas plataformas.
Assis explica que el Bitcoin tiene otras ‘barreras’ para el ambiente corporativo: todos tienen visibilidad, no hay una identidad de los actores, es anónimo, y la manera en que se valida es a través de todos los nodos de la red, lo cual resulta muy costoso en términos de capacidad, ‘no seria viable para el entorno corporativo’.
‘En el mundo corporativo yo tengo que saber con quién estoy transaccionando, sobre todo en la banca; no es un ambiente viable, y no todos deben tener acceso a toda la información’.
Según Assis, es necesario crear grupos y un mecanismo de acceso y permisos para garantizar las transacciones seguras y exitosas.
Además, la incertidumbre o falta de confianza son otros frenos que se deben resolver con entidades de certificación entre cada una de las etapas, de forma tal que se permita una interacción peer-to-peer más veloz en la ejecución de las transacciones.
‘Reinventamos la manera de hacer las transacciones, será como lo que hizo internet para las comunicaiones’, afirma Assis.
Para resolver esta problemática, IBM ha implementado la herramienta open source Blockchain sobre Hyperledger, la cual marca la gran diferencia entre Bitcoin y Blockchain.
Impacto en todos los sectores
Assis asegura que Blochchain se volverá cada vez más relevante en muchos sectores. Por ejemplo, casi el 80% de los electrodomésticos en todo el mundo se transportan vía marítima desde Asia.
Es un proceso muy complejo, pues casi el 20% del costo de transporte de una carga está relacionado con burocracia y papeleo, y al menos 30 personas intervienen en el proceso y manipulación de la información.
IBM creó la red TradeLens en alianza con Maerks para resolver esta problemática; actualmente, esta solución ya es responsable del 30% de las cargas de empresas de transporte marítimo, que ahora ocurren de forma más rápida y económica, según Assis.
¿Por dónde comenzar?
Implementar un proyecto de Blockchain depende del caso de uso en particular. Martín Hagelstrom, líder de Blockchain para IBM Latinoamérica, explica que existen dos modelos: onboard, que se refiere a adaptarse un desarrollo ya existente, o bien, diseñar un ‘proyecto desde cero’.
En el primer caso, la implementación es más económica y rápida (en algunos casos puede ser de 4 a 6 semanas), y la inversión la realiza únicamente la compañía interesada en mejorar sus procesos, pues sus proveedores solamente serán responsables de aportar datos.
Cuando se debe crear una proyecto desde el inicio, el tiempo y el costo depende más de la complejidad del proyecto y de lograr un consenso general entre todos los actores.
Casos reales
En América Latina, el puerto de Buenaventura en Colombia ya utiliza esta tecnología.
De igual forma, la Bolsa de Santiago (Chile), que implementó Blockchain para las transacciones a la venta en corto a personas que requieren préstamos o créditos, logró reducir el papeleo, los errores y se incentivó su uso en el mercado.
Por su parte, CIP-Febraban en Brasil creó RBSFN, una red para el sistema financiero que permite a los bancos compartir información entre ellos.
La plataforma valida y hace la autenticación de los dispositivos que acceden a los sistemas bancarios en el país para detectar aquellos que fueron reportados como perdidos o hackeados.
Al tratarse de un dispositivo no validado, el sistema lo detecta y emite una alerta roja en toda la red bancaria, haciendo más segura una red en la que el 40% de las transacciones se hacen a través dispositivos móviles.
IBM trambién creó Trust Your Supplier, una red de Blockchain que busca mejorar la calificación, validación incorporación y gestión de la información del ciclo de vida del proveedor.
‘El mayor problema de Blockchain no es la tecnología, cada vez es más sencillo de implementar; definir el problema del negocio es el mayor desafío’, dice Assis.
Por ello, es importante establecer correctamente la gestión entre todos los participantes de la cadena de bloques; este es el paso ‘que tarda más tiempo’.
En el mundo del Blockchain, Assis opina que no habrá ‘un gran dominador’, sino que existirán múltiples redes que deben ser interoperables, que den claridad en la gestión y brinden simplicidad y apertura para lograr el éxito en cualquier ambiente, ya sea on-premise o entre proveedores.
Según cifras presentadas por IBM, en 2021 el 20% de las 3,000 principales empresas en América Latina utilizará los servicios de Blockchain como base para una plataforma confiable y escalable.
Además, en 2025 el 10% del PIB mundial se almacenará en Blockchain o en tecnologías relacionadas.
‘Blockchain es para resolver un problema de negocios, no de tecnología. Los protocolos deben ser abiertos e interoperables y garantizar el máximo de participación en el ecosistema’, concluye Assis.