Los jóvenes que dedican a diario 3 horas o más en redes sociales o aplicaciones como Facebook, Twitter y WhatsApp, pueden crear malos hábitos en sus patrones de sueño, de acuerdo con un estudio realizado en el Reino Unido.
La investigación, liderada por Holly Scott, de la facultad de Psicología de la Universidad de Glasgow, advierte sobre los malos hábitos a la hora de dormir en adolescentes de este país, como, por ejemplo, quedarse dormido pasadas las 23:00 en días de escuela y despertarse durante la madrugada.
El 33.7% de los jóvenes encuestados afirmaron que dedican menos de una hora diaria a las redes sociales, por lo que fueron clasificados como usuarios ‘bajos’.
En tanto, el 31.6% de los adolescentes admitió que utilizan esos sitios entre 1 y 3 horas al día, con lo que fueron incluidos entre los usuarios ‘típicos’.
Del resto, menos del 14% fueron usuarios ‘elevados’ -con un consumo de redes de entre 3 a 5 horas diarias- y alrededor de 1 de cada 5 -menos del 21%-, fue considerado como usuarios ‘muy elevados’, al pasar más de 5 horas al día navegando por esas plataformas.
Si bien existe una creciente preocupación acerca del posible impacto que tiene en la salud mental y el bienestar de los jóvenes el tiempo que dedican diariamente a mirar pantallas, en particular cuando utilizan esas redes sociales, hay pocas evidencias sobre las prácticas concretas que se dan en este área.
Por ello, en el citado estudio, los investigadores generaron el perfil típico del uso de medios sociales y los patrones de sueño entre los adolescentes del Reino Unido.
Analizaron información de 11,872 menores de edades entre los 13 y 15 años, que indicaron cuánto tiempo pasan cada día visitando redes sociales o navegando por aplicaciones de mensajería, portales de networking o aplicaciones como Facebook, Twitter y WhatsApp.
Los participantes proporcionaron detalles sobre sus hábitos de sueño habituales, como puede ser la hora a la que se quedan dormidos y se despiertan tanto en días escolares como durante las vacaciones; cuánto tiempo les lleva dormirse o si tienen dificultad para volver a conciliar el sueño si se despiertan durante la madrugada.
Tras valorar factores como el entorno familiar o la salud física y psicológica de los participantes, los expertos vieron que el consumo elevado de los medios sociales va generalmente asociado a un patrón de sueño más pobre.
En concreto, observaron que hay un 70% más de probabilidades de que los usuarios ‘muy elevados’ de redes se queden dormidos tras las 23:00 de la noche en jornadas escolares, y después de la medianoche durante vacaciones.
Vieron asimismo que tanto los usuarios ‘elevados’ como los ‘muy elevados’ se despertaban más tarde -después de las 8:00- en días escolares que los consumidores de redes ‘típicos’.
También comprobaron que era más probable que los usuarios ‘muy elevados’ tuvieran problemas para volver a dormirse tras haberse despertado durante la noche.
Por el contrario, era menos probable que los de un uso de perfil bajo de redes sociales se durmieran tarde y se despertaran tarde.
Con sus observaciones, los autores del estudio consideran que cobra peso la idea de que los medios sociales reemplazan al sueño al tiempo que alertan de que los adolescentes que se van a dormir más tarde están abocados a ‘resultados académicos y emocionales más pobres‘.
El estudio puntualiza además que las chicas pasan más tiempo navegando por esas aplicaciones sociales que los chicos.