A exactamente un año de la muerte de Steve Jobs, el genio de la tecnología y cofundador de Apple sigue siendo objeto de reconocimiento, admiración e incluso de fanatismo; pero también de críticas, reproches y envidias.
Desde antes de su fallecimiento, el 5 de octubre de 2011, se vaticinaba que la compañía de la manzana perdería impulso al no contar con el creador, inventor y mago que era Steve Jobs para definir la estrategia de innovación de Apple al diseñar productos deseados por millones de personas en todo el mundo.
Se decía que a partir de la muerte de Jobs cualquier cosa que produjera Apple sería comparada con los tiempos de su cofundador. Y así fue. A pesar de que el legado creativo y estratégico de Jobs seguirá definiendo el rumbo de la compañía durante otros dos o tres años, el lanzamiento del nuevo iPad en marzo de este año fue calificado con tibieza por parte de los analistas, al igual que la reciente presentación del iPhone 5, en la que Tim Cook, consejero delegado de Apple, careció de la magia y la sorpresa que Jobs solía imprimir a sus intervenciones.
Más allá del éxito comercial y el crecimiento exponencial que ha logrado Apple como compañía (hoy la de mayor capitalización bursátil en la historia), las creaciones de Steve Jobs han trascendido mucho más de lo que él mismo quizá pudo imaginar.
Hoy, en su sitio web, Apple le rinde un homenaje a su fundador. Y es que Jobs revolucionó la manera de consumir y escuchar música con el iPod y la tienda iTunes; también desarrolló el teléfono inteligente más deseado por los consumidores, el iPhone, y transformó completamente el mundo de la tecnología con la creación del iPad, un dispositivo que ha sido adoptado masivamente no solo en los hogares, sino también en las empresas, los gobiernos y las escuelas. Personas que hace pocos años jamás imaginaron tener contacto con una computadora -desde el abuelo aterrorizado por las pantallas y los teclados, hasta el niño en Etiopía que nunca ha podido ver lo que hay más allá de su aldea-, hoy son usuarios activos de esta u otras tablets y utilizan todo tipo de aplicaciones de acuerdo con sus necesidades.
El explosivo mercado de las aplicaciones móviles, del cual se favorecen miles de desarrolladores y usuarios alrededor del mundo, hoy probablemente estaría reducido a un pequeño grupo de geeks privilegiados, de no haber sido por la imaginación y la visión de Steve Jobs.
Por supuesto, no todo es atribuible al creador de Apple: se requieren otras mentes visionarias para aprovechar los adelantos tecnológicos y aplicarlos en diferentes áreas, contribuyendo así a la democratización de la tecnología. Sin embargo, es un hecho que muchos de los dispositivos que hoy vemos en el mercado, tanto de Apple como de su competencia, tienen impreso el sello de la innovación que generó Steve Jobs.
«Una cosa más»
Hoy Apple tiene un complicado camino por delante: debe conservar la inercia creativa que le heredó Jobs y seguir convenciendo al mercado de que sus productos son mejores, a pesar de la dura competencia que enfrenta. Muchos dudan de la capacidad de Tim Cook para lograrlo y aseguran que, con la partida de Steve Jobs, la magia de Apple se ha esfumado. Pero, ¿acaso existe alguna otra compañía que haya podido recrear esa magia?