Inicio Articulos. Ahora la TV vive en internet

Ahora la TV vive en internet

Los contenidos de video en línea acaparan cada vez una porción mayor en los hábitos de entretenimiento de los latinoamericanos, sobrepasando incluso a Estados Unidos y Canadá; la oferta crece, pero persisten los frenos como la falta de ancho de banda y la piratería.

Estos servicios, basados en esquemas más económicos y rentables para los clientes y productores, han comenzado a representar una alternativa real ante los distribuidores de entretenimiento tradicional como cines, canales de paga y televisión abierta.

Las claves de su éxito consisten en utilizar las nuevas tecnologías para satisfacer mejor a la audiencia, y en ofrecer un amplio catalogo de obras audiovisuales que pueda llamar la atención del mayor número de usuarios. También es destacable su fuente de ingresos, basada en suscripciones económicas -e incluso gratuitas-, asequibles para el público joven al que se dirigen.

Actualmente existen algunas plataformas de video como Vudu.mx, Crackle de Sony, Netflix, HBO, iTunes,Yuzú y Blockbuster, que de forma totalmente legal ofrecen vía streaming una gran cantidad de contenidos.

 

Las audiencias se mudan al móvil
De acuerdo con datos ofrecidos por IBIS World, empresa dedicada a la investigación de mercados, Netflix es el principal proveedor de contenidos de video en línea, con una cuota de 44% y un crecimiento exponencial desde el 0.5% que tenía en el 2010. Le siguieron la tienda iTunes de Apple, con una participación de 32.3%, una caída desde el 60.8% que ostentaba un año antes; y el tercer lugar lo ocupó Zune de Microsoft, con el 7.6% del mercado estadounidense, inferior al 16.7% que ostentaba en el 2010.

En Estados Unidos, el consumo tradicional de televisión y cine por parte de los más segmentos más jóvenes está disminuyendo. Las personas que ven más televisión son las mayores de 65 años (16.9%), aquéllas entre 55 y 64 años (16.1%) y las de 45 a 54 años (14.5%). El resto del consumo televisivo se divide de la siguiente manera: los adultos entre 35 y 44 años representan el 12.9% del total de consumo; los jóvenes entre 25 y 34 años el 12%, aquéllos entre 18 y 24 años el 9.8%, los adolescentes entre 12 y 17 años son quienes menos ven la televisión, con 8%, y los niños entre 2 y 11 años poseen el 10% del total.

Estos datos no significan que el consumo de contenidos audiovisuales esté perdiendo interés, sino todo lo contrario. Debido al desarrollo de internet y los dispositivos móviles, las nuevas generaciones prefieren el consumo individualizado, especialmente a través de la interfaz de un móvil, un reproductor de video, una tablet o computadora, que les permite consumir los contenidos en el momento y el lugar que quieran.

 

Crece la oferta en América Latina

Hace apenas algunas semanas aterrizó en México la plataforma Vudu.mx, con la cual es posible rentar y comprar películas en streaming vía internet.

Este nuevo servicio, operado por Walmart, cuenta ya con más de dos mil películas realizadas por estudios como Warner Bros, Paramount Pictures, Lionsgate y Sony Pictures, entre otros, y destaca estrenos en HD, por lo que se convierte en un verdadero rival para las compañías ya mencionadas.

Los precios de la renta de películas oscilarán entre los 10 y 60 pesos, dependiendo del lanzamiento y la calidad del material. Para la venta de películas digitales almacenadas en la nube, con reproducción ilimitada para el usuario, el precio llegará hasta los 300 pesos.

Entre las cintas destacadas se encuentran Hugo, Sherlock Holmes: Juego de Sombras, Proyecto X, La Chica del Dragón Tatuado y Misión Imposible: Protocolo Fantasma, entre otros estrenos recientes.

Una de las funciones que ofrece Vudu como distintivo es la distribución de sus contenidos en calidad HDX, que permite apreciar las filmaciones en alta definición a 1080p y soporte de sonido Dolby Digital Plus 7.1 para una experiencia completa.

Para utilizar el nuevo servicio es necesaria una conexión de banda ancha. Si se tiene de 1 a 2 megabytes por segundo (Mbps) se obtendrá una definición estándar o SD; para alta definición o HD se requieren de 2.25 a 4.5 Mbps, y para HDX de 4.5 a 9 Mbps. Una vez que el usuario pulse ‘play’ a la película contratada, contará de 24 a 48 horas para verla.

«Estamos poniendo nuestras principales ventajas competitivas en nuestro catálogo, ya que tenemos los últimos estrenos el mismo día en que una película sale en Blu-ray o DVD», dijo Rafael Castelltort, subdirector de Comercio Electrónico de Walmart para México y Centroamérica. «Otro gran beneficio es que somos multiplataforma, es decir, que se puede accesar a Vudu a través de una computadora o tablet, y desde cualquier buscador».

Asimismo, estimó que en México habría alrededor de 5 millones de usuarios potenciales. “México es uno de los países más atractivos. Creemos que estamos en las primeras etapas, en un mercado naciente, con muchísimo potencial”.

El elemento que más diferencia a Vudu del popular Netflix es su costo. Aunque visto de forma individual el costo de las películas de Vudu no es tan elevado, Netflix tiene un catálogo ilimitado por 99 pesos al mes.

Es conveniente señalar que Walmart Stores adquirió este servicio de streaming digital en 2010 para entrar en el mercado de distribución de contenido online ya que, a diferencia de Netflix, también ofrece la opción de compra de películas.

 

Sony y su apuesta gratuita

Sony fue otra de las compañías que este año decidió presentar su modelo de negocio en México y América Latina. Crackle.com es un servicio de entretenimiento en línea que ofrece la posibilidad de ver películas gratis de manera legal.

Además de ofrecer películas, Crackle cuenta con algunas series de televisión, por lo que pretende ser una alternativa interesante a los contenidos legales en línea.

José Rivera Font, Vicepresidente y Gerente General de Crackle para América Latina, señaló que su meta es establecer a dicho sitio como la primera opción en línea de películas y contenidos gratuitos de la más alta calidad en toda la región.

Según explicó el directivo, Crackle se financia con publicidad y por eso no cobra por ver los filmes, como sí ocurre con opciones como Netflix o la tienda iTunes de Apple.

A pesar de que el ejecutivo no desestimó los retos tecnológicos como la baja penetración de banda ancha en México -de 11.4%, según la consultora Everis-, consideró que la creciente oferta de este tipo de contenidos en línea impulsará el desarrollo de la infraestructura tecnológica.

“Por supuesto que vemos este panorama como una tremenda oportunidad. Es difícil que el mercado se adelante a la oferta de ancho de banda, pero debe haber un tipo de contenido como el que tenemos para incentivar la inversión de estos servicios”, dijo.

Para utilizar Crackle se debe abrir una cuenta gratuita y proporcionar un correo electrónico. Es necesario utilizar los navegadores Internet Explorer 7, Firefox 3 o Google Chrome. Cabe señalar que el servicio puede no funcionar si se utilizan otros navegadores.

La plataforma ofrece versiones originales y con subtítulos o doblajes en español. En su cartelera hay unos 150 títulos, entre los cuales destacan Hellboy, Dr. Cable y En la línea de fuego. Las películas y series se actualizan semanalmente con material de productoras como Columbia Pictures, TriStar Pictures, Screen Gems y Sony Pictures Classics.

No obstante, en comparación con Netflix y iTunes, la propuesta de Crackle es menos amplia y actualizada.

Los orígenes de Crackle.com se remontan a la firma Grouper Networks, fundada en 2004 y que tenía como objetivo compartir archivos entre usuarios. Un año después, Grouper se enfocó a la distribución de videos en internet y en 2006 fue adquirida por Sony a un valor de 65 millones de dólares, para posteriormente ser renombrada como Crackle.

 

Los mexicanos, grandes usuarios de Netflix

En 1997, Reed Hastings y Marc Randolph decidieron lanzar Netflix, un videoclub con una plataforma de video en línea, que le proporcionaba al suscriptor una cantidad ilimitada de rentas de las películas y series de su catálogo, por un solo precio.

Reed Hastings, CEO de Netflix

Hoy la compañía es considerada uno de los mayores casos de éxito en el mundo de los negocios: sus ganancias superan los 490 millones de dólares trimestrales. La premisa consiste en entregar, a través del correo o de internet, una cantidad ilimitada de películas, a cambio de una mensualidad.

Esa innovadora estrategia colocó a Netflix en la primera plana de la prensa económica mundial y fue una de las razones que llevaron a los grandes del negocio de alquiler de películas, como Blockbuster, a tener que declararse en bancarrota en Estados Unidos.

El año pasado, el servicio de Netflix llegó a México con un costo de 99 pesos mensuales, entre 50 y 67% menos de lo que cuesta la renta de contenidos en TV de paga.

A pesar de la presión de la competencia y de las pérdidas económicas y de suscriptores que tuvo que superar en otoño de 2011, Netflix ha logrado alcanzar la cifra de 24 millones de suscriptores en Estados Unidos. Además, en plena expansión del streaming y del video bajo demanda, la firma encabeza la lista de los sitios web de video a los que los consumidores le dedican más tiempo (una media de 10 horas al mes por usuario), superando a YouTube y Hulu, solo por mencionar algunos.

Sin duda, los retos como la penetración de banda ancha son persistentes en este tipo de negocios. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se ubica en el penúltimo lugar en penetración de banda ancha fija dentro del grupo, con un 10.8%, sólo por encima de Turquía. En banda ancha móvil obtuvo una penetración de 7.7%, ocupando la última posición.

A pesar de ello, Reed Hastings aseguró en una visita a la Ciudad de México que los usuarios mexicanos de Netflix han sobrepasado a los de Estados Unidos y Canadá en cuanto a número de horas que pasan viendo contenidos de este servicio, lo cual es un indicador del enorme potencial que presenta el mercado nacional para este tipo de plataformas. «Netflix es solo una porción de la enorme ola de internet», comentó el empresario.

Cabe señalar que los usuarios latinoamericanos de Netflix han acumulado más de 100 millones de horas frente a algún contenido ofrecido por la compañía.

El CEO y fundador de Netflix comentó a Mundo Contact que no percibe a Vudu o Crackle como su competencia directa, puesto que son modelos de negocio diferentes, con contenidos distintos. Sin embargo, reconoció que todas las plataformas compiten por el tiempo que los usuarios le dedican a cada servicio.

En el futuro, comentó Hastings, Netflix tendrá que ser aún más sencillo de utilizar, y no descartó la idea de que los propios controles remotos incluyan un botón rojo que ofrezca acceso directo al servicio.

Con respecto a los contenidos, el directivo explicó que éstos aumentarán conforme crezca la base de usuarios, pero anunció que pronto lanzarán más series producidas por Netflix, como House of Cards y Arrested Development.

Finalmente, Hastings señaló que los precios del servicio no aumentarán en el corto plazo, y que para generar mayores ingresos se enfocarán en ampliar su base de suscriptores.

 

Banda ancha y hábitos de consumo, los principales frenos

Con respecto a los obstáculos que enfrenta el crecimiento de la TV vía internet, Alejandro Arriaga, analista de The Competitive Intelligence Unit, comentó: “Vemos que uno de los retos a los que se enfrenta Netflix y las otras firmas en el país es la baja penetración de conexiones de banda ancha. Cada una deberá buscar las alternativas para poder obtener mayores ingresos y usuarios interesados en contar con alguna de las alternativas que hay en el mercado”.

El streaming «es lo único que va a importarle a la gente» dentro de unos años. «La gente está enamorada de la banda ancha, en términos de hacer clic y ver», señaló.

Otro de los frenos que enfrentan este tipo de servicios en México y América Latina, en palabras del propio CEO de Netflix, es la reticencia por parte de la gente a proporcionar la información de su tarjeta de crédito en línea, por temor a sufrir algún robo. Este factor ha representado un freno considerable, al menos para un segmento de mercado poco acostumbrado a los beneficios de internet.

Finalmente, no podemos dejar de lado el fenómeno de la piratería. A pesar de la creciente oferta de contenidos legales, sigue siendo una opción para una gran cantidad de personas, muchas de las cuales carecen de tarjetas de crédito o acceso a internet para consumir películas o series en línea.

En resumen, la proliferación de plataformas para el consumo de video es evidente, con diferentes opciones para el consumidor. Para promover el crecimiento de este sector se requiere mejorar la infraestructura de telecomunicaciones, incrementar la penetración de internet y transformar los hábitos de la población, hacia una cultura de contenidos legales y seguros.

 

Con la colaboración de Valdir Ugalde