Tras varios meses de pruebas, Amazon se prepara para lanzar una tienda física que opera sin cajeros para cobrar a los clientes.
Este proyecto pretende ser una nueva experiencia de compra, en la que los consumidores entren, recojan los artículos deseados y luego los paguen sin tener que esperar en la fila de un cajero.
Los compradores que asisten a una tienda de Amazon Go deberán escanear sus teléfonos inteligentes al ingresar.
Las cámaras y los sensores de estante trabajan juntos para determinar qué elementos se han eliminado y quién los quitó, si necesidad de dispositivos de rastreo, como chips de radiofrecuencia incrustados en la mercancía.
Cuando los compradores se retiran, los algoritmos sumarán el pedido y facturarán a la cuenta de Amazon del cliente.
Con esta idea, los usuarios no padecen en la línea de pago, ahorrándoles tiempo y promoviendo la reputación de la compañía en su búsqueda por la comodidad del consumidor.
De hecho, el equipo de Amazon Go ha desplazado a ingenieros y científicos de investigación para perfeccionar la plataforma entre gerentes de construcción y comercialización, que habrán de promocionar las tiendas sin cajeros entre los consumidores.
El sistema ha funcionado bien para compradores individuales, sin embargo cuando se trata de grupos de personas, se están ajustando los sensores para identificar, por ejemplo, cuando un niño come un artículo mientras camina por los pasillos.
También se está tratando de resolver el problema de cuando hay compras de pareja y no se identifica a quién cobrar. Sin embargo, se siguen estudiando y analizando pruebas de campo para tener disponible el sistema en horarios de máxima asistencia.
Con información de Bloomberg