El lanzamiento del supermercado sin cajeros Amazon Go este lunes, puede ser una amenaza pero también una oportunidad para la industria.
Amazon Go es una tienda física equipada con cámaras y sensores que da un seguimiento individual mientras los clientes realizan sus compras.
Al salir del establecimiento, simplemente se cruza por una puerta sin requerir de una línea de pago y el cobro se realiza mediante una aplicación.
Esta nueva opción puede ser el inicio de un fenómeno que genere un cambio dramático con el comercio minorista, que exige un replanteamiento fundamental de la asignación laboral, las inversiones en tecnología y cómo articular el servicio al cliente en las tiendas.
Este cambio, seguramente evolutivo en sí mismo, da lugar a una mezcla intrincada de desafíos y oportunidades, ya que una tienda sin cajas probablemente resulte inquietante para las millones de personas empleadas en sus puestos de caja y otra serie de puestos encadenados al proceso de venta minorista.
La tienda Amazon Go resulta inquietante para el comercio minorista, especialmente cuando se consideran otras formas en que la tecnología está invadiendo sus funciones.
Lowe’s tiene su LoweBot que puede responder preguntas básicas de los clientes en algunas de sus tiendas. Panera Bread y otras cadenas han desplegando quioscos de autoservicio en sus restaurantes en Estados Unidos.
Por otra parte, Amazon Go puede ser una importante nueva amenaza competitiva para los minoristas tradicionales, ya que puede extraer una cuota del mercado a las cadenas que tienen filas de pago de lento movimiento.
De hecho, Amazon ha superado con creces a los minoristas tradicionales con nuevas visiones de cómo deberían funcionar las compras, y este puede ser el siguiente capítulo de esa historia.
Sin embargo, el espacio de oportunidad que representa este cambio es que, si Amazon Go resulta exitoso, su modelo se puede replicar con los fundamentos tecnológicos y aprovechar beneficios similares.
Podría ser que las tiendas resulten más productivas reduciendo las líneas de cobro, ayudaría a la rentabilidad y la compra podría ser más atractiva, algo que se está enfrentando por el auge del comercio electrónico.
Respecto al consumidor, cualquiera que haya esperado en la fila de pago leyendo revistas sensacionalistas y viendo todo el intrincado proceso de pago de los consumidores, el beneficio resulta obvio, ya que puede entrar y salir rápidamente de la tienda, evitando así un proceso normalmente incómodo y tedioso.
Si se presentan algunas fallas y contratiempos, podrían ser hasta cierto grado tolerables, por ejemplo si se cobran cosas que no se han comprado, sin embargo, dado que la tienda pensaba abrir a principios de 2017, durante todo este tiempo se han revisado y monitoreado todos los procesos, y es ahora cuando Amazon considera que el sistema opera.
De cualquier manera, pasarán años antes de que podamos entender, dimensionar y juzgar el verdadero impacto de Amazon Go, sin embargo, este fenómeno dará lugar a cuestionamientos provocadores sobre el futuro de los esquemas de compra y la presencia de minoristas.
Con información de Bloomberg