¿Quién no ha soñado con tener un sistema de sonido en casa que sea capaz de reproducir nuestra música favorita desde cualquier habitación y con comandos de voz?
A pesar de que esto ya es posible desde hace tiempo, la realidad es que en muchas ocasiones significa destinar una importante inversión en los aparatos y, sobre todo, romper muros para colocar el cableado necesario.
Afortunadamente, los altavoces y los asistentes de voz inteligentes se vuelven cada vez más populares y ahora nos permiten diseñar nuestro propio sistema de sonido en casa de manera sencillo y… ¡sin cables!
Echo y Alexa: una combinación inteligente e inalámbrica
Durante las últimas semanas tuve la oportunidad de probar varios dispositivos de la familia Echo de Amazon, cada uno de ellos con cualidades distintas que se adaptan a las necesidades no solo de cada usuario, sino de las características de nuestra casa.
En concreto, los aparatos sometidos a la prueba fueron: Echo, Echo Studio, Echo Dot, Echo Sub y Echo Show 5, lo que me permitió distribuirlos en distintas habitaciones.
Para empezar, coloqué el Echo Dot (1,299 pesos) en mi recámara, pues se trata de un aparato de pequeñas dimensiones que cabe perfectamente en la mesa de noche.
Una de sus funcionalidades más cómodas es su pantalla con reloj digital, la cual adapta automáticamente el brillo según las condiciones de luz.
El Echo Dot, al igual que todos los demás dispositivos Echo, integra el asistente de voz Alexa, lo que nos permite llevar a cabo distintas acciones, como reproducir música, programar una alarma o preguntarle cualquier cosa.
El siguiente en la lista fue el Echo (2,499 pesos), un altavoz de tamaño medio que coloqué en la habitación de mi hija, con la idea de que pudiera disfrutar su música, programar sus alarmas y aprovechar Alexa para consultarle información a la hora de hacer la tarea.
Echo es el modelo más popular de la familia de Amazon, que ahora incluye un diseño de tela en varios colores: negro, azul, gris oscuro y gris claro.
Además, incorpora un woofer de 7.6 cm y un mayor volumen de fondo para acentuar los sonidos graves y hacer que los medios y los altos sean más claros.
La sala fue el lugar elegido para colocar el Echo Studio (4,499 pesos), el altavoz con mayores dimensiones, que presume un audio 3D envolvente con cinco bocinas direccionales.
Una de las funciones más novedosas del Echo Studio es su capacidad de analizar automáticamente la acústica del espacio y adaptar la reproducción de la música en función de tales características.
Su woofer de 5.25 pulgadas y 330W entrega graves profundos y nítidos, mediante el puerto colcoado en la parte inferior, para maximizar el flujo de aire y la salida de graves.
Además, cuenta con un tweeter de 1 pulgada y tres bocinas de 2 pulgadas que proporcionan rangos medios dinámicos y frecuencias altas y nítidas.
El cuarto integrante de la prueba fue el Echo Show 5 (1,999 pesos), cuya principal característica es una pantalla táctil que nos permite visualizar la canción que se está reproduciendo (y en algunos casos hasta la letra), los resúmenes de noticias e incluso videos reproducidos desde Amazon Prime.
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Evidentemente, el Echo Show 5 también incorpora su propia bocina y conexión con Alexa, pero al no ser tan potente como su hermano mayor, –el Echo Studio–, fue el candidato ideal para enlazar con el Echo Sub (2,929 pesos), un altavoz que se encarga de aumentar los sonidos graves de una manera espectacular, y que se vuelve el mejor compañero para disfrutar nuestras canciones favoritas.
Música en toda la casa
Una vez que terminé de preparar todos los dispositivos –que por cierto se configuran desde la aplicación Amazon Alexa, disponible para iOS y Android–, utilicé la función Multi-Room, la cual se encarga de crear un grupo con todos los altavoces en la casa.
Y cuando ya han sido añadidos todos los aparatos a la lista, se define un dispositivo principal (que en mi caso fue el Echo Show 5) y ¡listo!: con solo pedírselo a Alexa, ahora podremos escuchar nuestra música favorita reproduciéndose en toda la casa.
Con toda esta gama de altavoces, Amazon ha hecho posible contar con un sistema de sonido en casa sin necesidad de utilizar cables y, sobre todo, aprovechar un asistente de voz inteligente al que le podemos pedir prácticamente cualquier cosa… menos que limpie la casa.
