Tesla, el líder de fabricantes en el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo, está siendo atacado en China debido a su posición dominante en sector.
Si bien la compañía creada por Elon Musk superó regularmente las ventas mensuales de vehículos eléctricos premium este año, ayudado por los sedanes producidos en su planta multimillonaria que abrió con mucha fanfarria en Shanghai en diciembre pasado, 2020 también estuvo marcado por rivales que se pusieron al día.
En 2021, la amplitud del ataque competitivo al que se enfrenta Tesla será mayor que nunca.
Si la compañía puede defender su liderazgo en China, será clave para su trayectoria más amplia de crecimiento y ganancias. Aunque todavía está en su infancia, el mercado de automóviles eléctricos de China eclipsa al de otros países y el gobierno tiene la intención de una mayor expansión en medio de compromisos para reducir el uso de combustibles fósiles.
El destino de Tesla en el gigante asiático también mostrará si puede convertirse en el fabricante de automóviles verdaderamente global, una ambición en la que los inversionistas confían después de impulsar las acciones de la compañía en casi un 700% este año.
China es el mercado más grande después de Estados Unidos, con ventas en la mayor economía de Asia que superan las 120,000 unidades este año, según datos del registro local.
Tesla sigue aumentando la producción en Shanghai, lo que llevó a los analistas a pronosticar que el país representará una porción mayor de sus ventas y ganancias en los próximos años.
Esperando entre bastidores está el Model Y, que según Musk tiene el potencial de vender más que todos los demás vehículos que fabrica. El Crossover ya se está construyendo en California, y una versión ensamblada en Shanghai está superando las etapas regulatorias finales para comenzar a vender en China el próximo año. A principios de diciembre, las imágenes de drones capturaron alrededor de 40 vehículos modelo Y que salían de la fábrica y estaban envueltos en cubiertas protectoras.
Tesla también está iniciando la producción local de cargadores en Shanghai, como parte de un esfuerzo para expandir su red de carga a más ciudades. La compañía completó recientemente su estación de supercarga número 500, avanzando hacia un objetivo anual de 650.
El grupo comercial de China Passenger Association predice que Tesla venderá hasta 280,000 vehículos en el país el próximo año.
Si bien eso representa un crecimiento impresionante durante 2020, aún dejaría más del 80% del mercado en juego. PCA predice ventas totales de 1.7 millones de vehículos de nueva energía para 2021.
Sin embargo, Tesla y sus rivales chinos también enfrentan una amenaza común: los fabricantes de automóviles convencionales se están moviendo rápidamente hacia los autos electrificados.
Volkswagen planea introducir ocho modelos eléctricos de la serie ID en China para 2023, mientras que Daimler, el fabricante de automóviles de lujo Mercedes-Benz, lanzó el SUV eléctrico EQC y planea expandir su línea de vehículos puramente a batería al menos 10 en los próximos años.
Si bien sus volúmenes de vehículos eléctricos en China aún son pequeños, los gigantes tradicionales tienen la ventaja de contar con vastas redes de distribución, servicio y cadena de suministro.
Tesla tendrá que trabajar mucho para asegurarse de estar entre los beneficiarios del impulso que está brindando el gobierno de China para desplazar el consumo de gasolina con subsidios y restricciones.
