Sotomó, un pueblo chileno de la región de Los Lagos, se convirtió en el primero de América Latina en contar con los servicios de la red de Internet satelital Starlink, promovida por el fundador de Tesla y de la compañía aeroespacial SpaceX, Elon Musk.
El Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones anunció formalmente la operación en esta pequeña localidad, en la que viven 20 familias, y que junto a Caleta Sierra en la región de Coquimbo, forma parte del plan piloto de Starlink en Chile.
‘Esta revolucionaria tecnología nos permitirá llevar conexión de alta velocidad hasta los puntos más extremos de nuestra inmensa y variada geografía, democratizando el acceso a Internet y todos los beneficios que otorga’, dijo la titular, Gloria Hutt.
Sin calles ni vehículos terrestres, el acceso a Sotomó solo es posible a través de lanchas particulares o servicios subsidiados que navegan por el Estuario de Reloncaví.
El poblado cuenta con electricidad cerca de 12 horas al día gracias a un generador diésel entregado por el Gobierno Regional en 2019, mientras que la ausencia de un sistema de agua potable es resuelta por los ríos presentes en la zona.
‘Sin embargo, la instalación de una antena en el techo de la escuela de la localidad dio respuesta a parte importante del aislamiento en que viven los sotamoninos y demostró la efectividad de la tecnología de Starlink en lugares de geografía extrema’, señaló el Ministerio en un comunicado.
Con la red operativa, los alumnos lograron realizar diversas actividades ‘antes inalcanzables desde el lugar’, como la reproducción de videos en alta definición, conectarse a plataformas educacionales y realizar videollamadas sin interrupciones, abundó la información.
La conexión se encuentra disponible de forma gratuita para todos los habitantes del sector que acudan hasta el colegio y durante los próximos días se pondrá en funcionamiento también en la localidad de Caleta Sierra.
Starlink es un proyecto de la compañía SpaceX que busca dar conectividad en zonas aisladas del planeta en donde es complejo llegar con infraestructura terrestre.
El sistema depende de la constelación de satélites que la empresa aeroespacial ha puesto en órbita.