Las teorías políticas del presidente chino, Xi Jinping, contarán a partir de ahora con un nuevo aliado en forma de chatbot, un avanzado modelo lingüístico impulsado por Inteligencia Artificial (IA) similar a ChatGPT, que está censurado en China, y alimentado por el pensamiento del mandatario, cada vez más omnipresente.
Este modelo de lenguaje grande (LLM), un tipo de programa de IA capaz de reconocer y generar texto, incorporará la narrativa oficial del Partido Comunista, según anunció la revista de la Administración del Ciberespacio de China en su cuenta de la red social WeChat.
En la publicación, se señala que ‘el profesionalismo y la autoridad del corpus garantizan la calidad profesional de todo el contenido generado’ por el programa.
La teoría de Xi, conocida oficialmente como ‘Pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era’, abarca sus directrices sobre todos los aspectos de la vida política, social y económica del país, y fue consagrada en la Constitución china en 2018.
Apodado XiGPT por algunas publicaciones, el modelo tiene como objetivo ‘satisfacer una amplia gama de necesidades y responder preguntas, resumir información y traducir entre chino e inglés’.
A diferencia de otros sistemas de IA, este LLM se basa en una base de conocimientos con datos generados localmente y no es de código abierto, lo que, según la administración, lo hace ‘seguro y confiable’.
El sistema ha sido ‘implementado exclusivamente en los servidores del Instituto de Investigación del Ciberespacio de China, donde todos los datos se procesan localmente, garantizando un alto nivel de seguridad’.
No obstante, aún está en pruebas internas y no está disponible para el uso público, aunque algunos usuarios pueden acceder a él mediante invitación, agregó el organismo.
El anuncio llega en un momento en el que Pekín intenta utilizar la IA para impulsar el crecimiento económico manteniendo al mismo tiempo un estricto control sobre la ciberseguridad.
ChatGPT, de la firma estadounidense OpenAI, no está accesible para los usuarios en China, mientras varias empresas locales han lanzado sus propias versiones, que deben seguir diversas regulaciones para garantizar que la narrativa generada esté alineada con el discurso oficial de Pekín.
En abril del año pasado, el regulador chino de internet publicó el borrador de una normativa para el sector de la IA, exigiendo que el contenido creado por chatbots y otros modelos generativos ‘refleje los valores fundamentales socialistas’ y no ‘socave la unidad nacional’, ‘subvierta el poder del Estado’ ni ‘incite a dividir el país’.
Unos meses después, una reunión de la Comisión de Seguridad Nacional del Partido Comunista de China, presidida por Xi, instó a realizar esfuerzos ‘para salvaguardar la seguridad política y mejorar la gobernanza de la seguridad de los datos de internet y de la inteligencia artificial’.
En febrero, el Partido pidió a sus miembros que dediquen más tiempo a estudiar el pensamiento de Xi para que estén familiarizados con su teoría política.