Una empresa de autobuses de Shanghái, China, instaló cámaras equipadas con reconocimiento facial y tecnología de análisis de imagen en sus autobuses para monitorear a los conductores y evitar problemas como la fatiga.
La cámara instalada por la firma Jiushi Bus Company captura cada movimiento y la expresión facial de los conductores de autobús, detecta si estos muestran algún síntoma de cansancio y sirve también para detectar conductas irregulares o ilegales, como por ejemplo hacer llamadas telefónicas o fumar.
Al detectar un comportamiento anormal, el sistema reaccionará e informará a las oficinas de control y, una vez que el autobús llegue a su destino, el conductor será retirado para una mayor investigación, según la empresa.
Esta compañía opera el 55% de las líneas de autobuses de Shanghái, con una distancia total de 10,296 kilómetros y una capacidad de transporte anual de 1,300 millones de viajes.
En China es cada vez más frecuente el uso de la tecnología de reconocimiento facial para el control y supervisión de sus habitantes y se emplea para controlar la asistencia de los alumnos a algunas universidades, para multar a los peatones infractores o, incluso, para distribuir el papel higiénico en algunos baños públicos.