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Compañías mexicanas aprovechan el IoT para enfrentar al coronavirus

Desde trituradoras de residuos médicos infecciosos hasta wearables que monitorean síntomas de COVID-19, compañías mexicanas aportan soluciones para enfrentar la pandemia

Para 2025, se espera que el mercado de internet de las cosas (IoT) en la industria de la salud genere más de 530,000 millones de dólares y que la inteligencia artificial recaude más de 31,000 millones de dólares a nivel global, según datos presentados por AT&T.

Lo anterior supone una enorme oportunidad de mercado, con un ahorro para hospitales que significaría entre un 10% y 20% de los insumos médicos.

En opinión de Adriana Gomes, vicepresidenta adjunta de Soluciones Empresariales de AT&T México, el IoT ha permitido aprovechar la tecnología para optimizar los recursos en el sector salud, y ante la pandemia por el COVID-19, hay una oportunidad aún más grande para sacar el mayor provecho.

Desde 2015, la compañía construye una red LTE en México y sobre ella se monta la tecnología LTE-M que permite impulsar y democratizar esta ola de tecnología.

 

Casos reales de aplicación de IoT en el sector salud mexicano

MoTeBo

Esta compañía mexicana, fundada por Paulino Vacas, se enfoca en la creación de wearbles y soluciones de internet de las cosas, con el objetivo de cerrar la brecha entre el desarrollo de tecnologías de punta para llegar a cualquier persona.

Entre sus creaciones, se encuentra una rodillera inteligente que incorpora un módulo con sensores mecatrónicos que indican la aceleración y rotación de los componentes. Con ella, se puede describir el movimiento de la rodilla para el tratamiento de la artroplastia (reemplazo de rodilla).

También crearon una máscara para fototerapia que es utilizada para compensar los desórdenes del sueño. Este dispositivo genera estímulos de luz en el cerebro para cambiar la hora de dormir.

La compañía utiliza la tecnología en el ramo textil con circuitos fotogénicos y aprovecha la conectividad e infraestructura de AT&T para enviar la información a la nube y ahí hacer el procesamiento.

Por su parte, la solución Data Logger permite mantener la sangre a la temperatura correcta mientras es trasladada por ambulancia desde un lugar a otro.

La compañía desarrolló también un wearable que se coloca en la parte superior del cuerpo y ayuda monitorear en tiempo real los datos biométricos relativos al COVID-19, como temperatura, frecuencia respiratoria, taquinea, sudoración o escalofríos. La conectividad es mediante radiofrecuencia con una app en el teléfono móvil, desde donde se envía la información a la nube con datos de geolocalización.

Fibotech

Se trata de un laboratorio mexicano de innovación disruptiva, según lo describe su CEO, Hans Villa. La compañía creó una plataforma para evaluar los síntomas de COVID-19 de forma masiva.

La infraestructura de AT&T es empleada para tomar canales de comunicación diversos y hacer preguntas anonimizadas a la población, de acuerdo con un algoritmo de inteligencia artificial que puede determinar un probable brote de coronavirus.

Al final, se genera una videollamada con un médico en los casos sospechosos y se hace una evaluación más formal para determinar las acciones según el riesgo en el triaje.

Esta plataforma de análisis de movilidad ha sido alimentada con datos anonimizados de celulares de México, con más de 47 millones de dispositivos y unas 60 ubicaciones diarias para analizar los desplazamientos de la gente.

Ello permite determinar estadísticamente en qué zonas, ciudades o regiones hay incumplimientos en la restricción de movilidad y en caso de detectar un brote positivo, tomar medidas de restricción y capacitación a la población.

Con la plataforma de AT&T y machine learning, se pasa a otra capa de inteligencia para determinar los patrones y analizar si las personas se mueven a donde deberían, si se pueden quedar en casa o salen a una farmacia o centro comercial; si existe un problema, este se señala en rojo.

Desharp

Víctor Tapia, CEO de esta firma mexicana, ha detectado un área de oportunidad en el tratamiento de residuos infecciosos en los hospitales.

Estos se generan cuando la saliva y la sangre terminan en el material quirúrgico, mismo que regularmente es desechado en un contenedor de plástico.

Cada año son aplicadas unas 16,000 millones de inyecciones en todo el mundo, lo que representa un gran riesgo de contagio al momento de tapar la aguja para desecharla.

Desharp

Por ello, la compañía desarrolló un dispositivo que tritura todo el metal al momento de introducir la aguja. Los residuos son depositados en un contenedor, al tiempo que se descontaminan con la espuma desinfectante Nanoxen, que se rocía y mata el virus del COVID-19 en solo 20 segundos.

El aparato añade trazabilidad al subir la información a la nube a través de la red de AT&T, lo que permite saber cuántas agujas se han utilizado y cuándo se aplicaron, además del tiempo que permanecen en el recipiente y el costo de traslado.

Las tres compañías aseguran que ya hay acercamientos con hospitales en distintos puntos del país y ya se han firmado cartas de intención de compra.

Se estima que a nivel global, aproximadamente el 60% de las organizaciones de atención médica ya han implementado soluciones de IoT.

En México, se calcula que un 30% de las compañías ya han adoptado el internet de las cosas, mientras que un poco más del 50% de las empresas tienen proyectos activos o en desarrollo de inteligencia artificial.