Toshiba y la Universidad de Osaka, Japón, desarrollaron un sensor que detecta los virus infecciosos en unos cinco minutos, lo que supone un reducción del 1% del tiempo requerido por los métodos actuales.
Este nuevo sensor, que se planea lanzar en 2020, reconoce las formas de los virus en pocos minutos, mientras que los métodos existentes requieren una ampliación de genes, proceso que tarda unas ocho horas.
Un diagnóstico más rápido no sólo previene la aparición de síntomas severos en el paciente al facilitar la administración de un tratamiento a tiempo, sino que también reduce las probabilidades de contagio.
Paralelamente, la compañía Konica Minolta y el Instituto Metropolitano de Medicina de Tokio, han creado un sistema de detección del virus de la influenza alterando la tecnología usada para los tests de embarazo rápidos.
El sistema, que usa un chip con un pigmento fluorescente de alto rendimiento, puede emplearse también para detectar enfermedades transmitidas por mosquitos, como las fiebres del zika y el dengue.
Los sistemas de detección actual tardan entre uno y dos días desde la aparición de los síntomas, mientras que este nuevo sistema reduce el tiempo a unas 12 horas o menos.