En los próximos años las billeteras móviles seguirán ganando popularidad. Se prevé que para 2019, los usuarios de este método de pago alcanzarán los 90 millones.
Esta tendencia crea oportunidades atractivas para que los bancos capten y retengan a clientes al ofrecer billeteras y servicios móviles con sus propias marcas.
En contraste, aquellas instituciones financieras que no le saquen partido corren el riesgo de perder clientes ante sus competidores, que serán percibidos como organizaciones que están a la vanguardia tecnológica.
A más billeteras móviles, más afluentes para el fraude
Pero para los defraudadores el atractivo de todo lo anterior resulta igualmente poderoso. Por ejemplo, la capacidad de utilizar con mayor frecuencia un dispositivo móvil para realizar transacciones hace que el valor de un teléfono inteligente robado se eleve en el mercado negro.
También está ‘tomar el poder de la billetera’ o ‘tomar el poder del dispositivo’; esto es, cuando una parte no autorizada inicia sesión en una cuenta financiera en una billetera móvil o instala una billetera ya existente en su propio dispositivo. Y debido a que ahora es el defraudador el que tiene el control de los canales de comunicación, resulta particularmente complicado recuperar el control de esa cuenta.
La desconexión entre el sentido de responsabilidad y de acción del consumidor
Una encuesta de SAS apunta hacia una mayor consciencia entre los consumidores de la responsabilidad personal para proteger sus datos bancarios.
Cerca del 46% de los participantes en la encuesta señaló que asume la mayor parte de la responsabilidad de prevenir el fraude, en tanto que sólo un 17% le dejó el peso de dicha responsabilidad a las instituciones financieras.
Pero a pesar de tener su propia responsabilidad, muchos clientes no logran protegerse siquiera usando los mecanismos más sencillos. Por ejemplo, menos de un 33% de los usuarios de teléfonos inteligentes utiliza un software antivirus o antimalware en sus dispositivos. Apenas un 25% de ellos cambia periódicamente sus contraseñas móviles.
Tres pasos para combatir el fraude
SAS ha identificado tres formas probadas a través de las cuales las instituciones financieras pueden buscar un equilibro entre los deseos de los clientes y brindar protección contra los fraudes:
- Soluciones – Un enfoque en las inversiones de seguridad que más reditúen, como el reconocimiento de dispositivos, la geolocalización y la biométrica. Para los defraudadores éstas son sustancialmente más difíciles de interceptar o falsificar que las contraseñas únicas enviadas por SMS.
- Analítica – Los conocimientos sobre los comportamientos, las transacciones y de las interacciones de los clientes son vitales para reducir los canales de fraude digital y disminuir los positivos falsos.
- Personal – Ningún sistema de seguridad es efectivo sin el personal adecuadamente capacitado para operarlo. El personal de seguridad necesita estar al día con la innovación tecnológica, anticiparse a los nuevos esquemas de fraude y estar atentos a las necesidades de los clientes.