Mundo Contact tuvo la oportunidad de conversar con George Rockett, socio fundador de Data Center Dynamics, quien brinda el panorama que enfrentan los Centros de Datos en México y los factores que pueden inhibir o potenciar su crecimiento, en una nueva era marcada por la expansión digital.
1.- ¿En qué etapa de madurez puede ubicar a los Data Centers en América Latina y en particular en México?
Tradicionalmente, América Latina ha estado compuesta por mercados emergentes (es decir, mercados con un pequeño número de Centros de Datos, una demanda energética relativamente baja, unos niveles reducidos en cuanto la adopción de las tecnologías de vanguardia, parámetros más bajos de cualificación especializada y de ‘mejores prácticas’ en comparación con los mercados establecidos como el de Estados Unidos. Sin embargo, los mercados de la región son diferentes y presentan niveles de madurez distintos: Brasil es uno de los 12 mercados más grandes de Centros de Datos del mundo, mientras que México tiene un tamaño más parecido al de algunos de los mercados europeos (por ejemplo, los países nórdicos, Suiza o Bélgica). México presenta unas características más similares a las de un mercado establecido que los otros mercados de América Latina: mayor potencia para la densidad de los racks, unos niveles mayores de inteligencia en las instalaciones, en la facilidad para adoptar nuevas tecnologías y arquitecturas, y niveles Tier superiores.
2.- ¿Cuáles considera que son los principales motivadores para el crecimiento del mercado de Data Centers en México?
Son muchos. La era digital que vivimos actualmente se infiltra en la mayoría de las áreas de la vida actual y como ejemplos se pueden citar a creciente adopción de teléfonos inteligentes, de tablets y el uso cada vez mayor de internet para los negocios, entre otros. El ‘peso’ del aumento exige que los servidores y las redes tengan capacidad y resiliencia suficiente para poder realizar todas las tareas digitales necesarias, y esto sólo puede proporcionarse mediante grupos de servidores soportados en un entorno de data center.
El crecimiento en los data centers puede vincularse, en grandes términos, a dos tendencias socioeconómicas más amplias:
- El crecimiento de la clase media urbana y de los consumidores digitales que se está produciendo ahora en todas las ciudades principales de México.
- Una mayor flexibilidad y alcance en la economía mexicana, especialmente en cuanto a la capacidad que tienen los negocios pequeños para convertirse en empresas medianas, lo que tradicionalmente ha sido un freno para las economías latinoamericanas.
3.- ¿Cuáles son los principales inhibidores o temores sobre el uso de data centers en México?
La preocupación es alcanzar el equilibrio entre satisfacer las necesidades de los clientes (ya sean usuarios de teléfonos inteligentes o de internet, clientes de negocios o unidades internas de negocio) y los recursos que resultan más caros cada día.
4.- ¿En qué sectores se observa la mayor demanda de data centers en México?
En términos de porcentajes de la base de activos, el sector financiero, el de las telecomunicaciones, el de los servicios de colocation para data centers y el de servicios de TI (incluidos los proveedores de servicios de internet, ISP).
5.- ¿Con qué nivel de confianza y seguridad operan los data centers de México, en comparación con otros países?
Al igual que ocurre con los data centers de cualquier otro lugar, los propietarios y operadores profesionales establecerán el nivel de riesgo que asumirán, así como equilibrar dicho riesgo frente a los costos de reducirlo. Esto tenderá a ser una comparación entre varias instalaciones. Al igual que con cualquier mercado, México tendrá una serie de instalaciones que sufrirán solo algunos segundos de tiempo de inactividad al año hasta llegar a instalaciones más viejas, menos críticas capaces de funcionar a un nivel de riesgo más alto sin comprometer la actividad comercial o de procesamiento. El ‘tiempo de inactividad’ del data center puede planificarse y estar preparado para afrontarlo, pero también puede ser idiosincrásico y accidental.