En un hito significativo, la administración espacial nacional de China formalizó un memorando de entendimiento con la agencia espacial egipcia.
Este acuerdo establece una cooperación estratégica en la futura estación internacional de investigación lunar, una iniciativa respaldada por China y con previsiones de entrar en funcionamiento alrededor del año 2030.
La base de esta colaboración se cimentó con la exitosa puesta en órbita de un satélite egipcio mediante un cohete chino, lanzado desde el desierto de Gobi el pasado lunes.
El evento de lanzamiento fue enfatizado como un paso hacia ‘un futuro compartido para la humanidad’, subrayando el compromiso de China con el principio de ‘consulta amplia, contribución conjunta y beneficios compartidos’.
Estas palabras fueron expresadas por Kong Dejun, jefe del Departamento de Cooperación e Económica Internacional del Ministerio de Comercio, según un informe de la emisora estatal CCTV.
Este acuerdo entre China y Egipto se enmarca en la creciente competencia en la carrera espacial, que ha generado tensiones entre Beijing y Washington.
Ambos países buscan asegurar aliados para sus respectivos planes de enviar astronautas a la luna en los próximos años.
Curiosamente, la firma de este acuerdo se produce apenas una semana después de que Estados Unidos celebrara su propia victoria diplomática al lograr el respaldo de Angola a los Acuerdos Artemis, un plan respaldado por la NASA que establece principios para la exploración lunar y otros destinos en el espacio.