Estados Unidos y China renovaron un acuerdo que permite una cooperación limitada entre ambos gobiernos en ciencia y tecnología, preservando un espacio de colaboración en medio de tensiones relacionadas con la seguridad nacional y el comercio.
Las negociaciones estadounidenses para el acuerdo, firmado el viernes, buscaron proteger los intereses del país mediante la incorporación de mecanismos que mejoran la transparencia y garantizan la responsabilidad de China en caso de violaciones a los términos establecidos, según informaron dos altos funcionarios del Departamento de Estado bajo condición de anonimato.
El acuerdo se limita a la cooperación entre gobiernos y excluye tecnologías críticas y emergentes. La versión actualizada, con una vigencia de cinco años, incluye un mecanismo para resolver disputas y disposiciones que permiten la terminación del acuerdo si una de las partes no corrige las violaciones identificadas.
Las modificaciones al Acuerdo de Cooperación en Ciencia y Tecnología buscan modernizar un pacto que data de 1979, un periodo de distensión entre ambas naciones, en contraste con la actual competencia estratégica. Tradicionalmente, el acuerdo se renueva cada cinco años, pero el presidente Joe Biden aprobó dos extensiones de seis meses que expiraron en agosto de este año.
Las propuestas de colaboración con China están sujetas a revisión por parte del Departamento de Estado y un análisis interinstitucional liderado por la Casa Blanca, señalaron los funcionarios. Aunque el alcance del acuerdo es limitado, permitir que expire podría haber tenido efectos negativos para Estados Unidos.
En la última renovación completa, en 2018, se añadieron disposiciones para abordar posibles casos de robo de propiedad intelectual por parte de China. La versión más reciente incorpora cláusulas sobre reciprocidad de datos para evitar el intercambio desigual que caracterizó algunos esfuerzos anteriores, indicaron los funcionarios.
