Hungría se ha convertido en un lugar clave para la inversión china en el continente europeo, ya que la eliminación de los riesgos en la cadena de suministro entre China y Europa tendría consecuencias devastadoras para la economía del bloque, según advirtió un alto funcionario húngaro.
Estos comentarios resaltan la naturaleza divisiva de la política en este tema.
‘Los líderes políticos europeos no muestran mucho interés en la interconectividad entre Europa y China’, declaró el ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto. ‘Están más enfocados en el llamado desacoplamiento o eliminación de riesgos, lo cual, para ser honestos, sería un suicidio brutal según nuestro entendimiento’.
Las preocupaciones sobre las barreras económicas entre China y Occidente han sido el tema principal en la Reunión Anual de Nuevos Campeones del Foro Económico Mundial de esta semana, celebrada en Tianjin, China. Szijjarto habló en un panel durante el evento, que a menudo es conocido como el ‘Verano de Davos’.
Hungría es uno de los gobiernos más favorables a China en la Unión Europea y ha resistido la presión internacional para reducir los lazos económicos con el país asiático, que ha mantenido su participación en la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, el ambicioso proyecto de infraestructura global de China, así como sus relaciones con empresas de telecomunicaciones, incluida Huawei Technologies.
El año pasado, Hungría se convirtió en un importante destino para las nuevas inversiones chinas en Europa, incluyendo una fábrica de baterías valorada en aproximadamente 8 mil millones de dólares, que es la inversión individual más grande en el país hasta la fecha.
El mes pasado, Szijjarto mencionó otras inversiones chinas en el sector automotriz por valor de 3 mil millones de euros.
‘Lo que suceda en Rusia en términos de seguridad interna tiene un impacto en Europa Central, y debemos estar preparados’, agregó Szijjarto.