Niños de entre 7 y 11 años, importante mercadoInfluyen en las compras tecnológicas familiaresCrece popularidad de celulares e Internet
Dado que los niños entre siete y 11 años de edad nacieron y viven en un mundo digital, se han convertido en una fuerte influencia en las decisiones de compra de artículos tecnológicos dentro de su entorno familiar -que van desde equipos de cómputo hasta celulares-, así como un gran reto para las marcas de este segmento tanto nacionales como extranjeras.
De igual forma, el ahorro de sus «domingos» o el dinero que consiguen con la realización de negocios en pequeño, han vuelto a este grupo de infantes en un mercado con un poder de compra notable, y muchas veces independiente, al que hoy representan sus padres.
La directora de Estudios Sindicados de la consultora De la Riva Group, Priscila Arámburu, dijo que aunque la niñez actual no tiene un poder de decisión de compra similar al de los adultos, o un carácter incisivo como el de los adolescentes, ha ido poco a poco empoderándose y tiene un punto de vista más claro de lo que le gusta adquirir.
Señaló que con base en el estudio realizado por la firma Tendencias en Niños 2009 -seguimiento de estudios similares realizados desde 2003-, se descubrió que desde edades tempranas el niño empieza a entender que pueden ofrecerle las marcas, siendo las que han tomado mayor relevancia las que interactúan con ellos, aportando un beneficio-control.
Sin importar el estrato social o si el infante vive en una ciudad o una población rural, el sentimiento de inseguridad y la limitante de poder salir al exterior los obliga a ir tras las marcas que puedan dar la sensación de control de la situación, o hasta cierto punto rudos, como sucede con ciertas marcas de tenis, explicó la experta.
Chats en aumento
Arámburu agregó que la tecnología y, en este caso Internet o la telefonía celular, les da un sentimiento de autonomía, libertad y autoestima, a diferencia de cómo se sienten en la vida real.
De tal suerte que hay una alta penetración de Internet entre los escolares. Según el análisis, cuatro de cada diez niños mexicanos poseen una computadora en su casa, seis de cada diez hacen uso de la tecnología en sus hogares, y cuatro de cada diez hacen uso de ella en un café Internet, en la escuela o en la casa de un amigo.
De ellos, tres de cada diez navegan en Internet, lo cual aumentó, luego de que el mismo estudio aplicado en 2007 demostrara que sólo dos de cada diez niños tuvieron acceso a la web. El incremento sobresalió sobre todo en niveles socioeconómicos bajos, dijo.
Sobre qué hacen los niños en las computadoras, buscan información tanto relacionada con su tarea como un interés personal, como un programa de televisión, por ejemplo, y también practican juegos por computadora y consultan sus correos.
Arámburu resaltó que notaron que el uso de salones de charlas o chats ha aumentado entre los niños, al pasar de cuatro de cada diez pequeños en 2007, a seis de cada diez en la actualidad.
La ejecutiva expresó que para los niños el celular, además de ser un dispositivo aspiracional, se convierte en un vínculo de pertenencia social, debido a que además de estar comunicado con sus padres, el pequeño puede estar en contacto con sus pares. De modo que actualmente tres de cada diez niños tiene un celular, lo cual representa «un número importante».
Manifestó que además de ser un medio de comunicación, el celular es usado como un juguete, por lo que ocho de cada diez niños juega con él, siete de cada diez escuchan música, y al menos cinco de cada diez usaron el celular para hacer llamadas.
Ahorro, nuevo factor
Priscila Arámburu aseguró que el principal destino de los ahorros del infante es para adquirir ropa y accesorios de marca -en tres de cada diez casos-, sin importar que provengan de un tianguis o un centro comercial, el segundo artículo que más compran son videojuegos -dos de cada diez-, y el tercero son computadoras, uno de cada diez.
Puntualizó que un dato interesante que arrojó la encuesta, es que uno de cada diez niños destina su ahorro para la escuela, es decir, artículos escolares, transporte, etcétera, como una forma de apoyar la economía familiar.
Agregó que además del dinero que reciben de terceros, en ciertos casos los niños crean pequeños negocios, como por ejemplo realizar dibujos de cómics y venderlos entre sus compañeros a cinco pesos cada uno; expuso que además de aportarle mayor valía a las monedas que a los billetes -por cantidad y no por valor económico-, practican el trueque.
Fuente: El Financiero, México
