Sin lugar a dudas, el Internet de las cosas ‘IoT’ (por sus siglas en inglés) se perfila como una tecnología toral en el quehacer de la vida cotidiana de los próximos años.
La ola expansiva que se prevé inunde a todos los sectores productivos y de servicios, así como las tareas del hogar, ha ido llamando la atención de propios y extraños. Para un buen número de especialistas, el IoT está empezando a cambiar nuestras vidas trayendo atractivos beneficios.
Es importante subrayar que su utilización está basado en lo que podemos denominar la era de conocimiento, en donde el Internet juega un papel sobresaliente en la movilidad de la sociedad, haciéndose cada vez más indispensable.
Asociado a su evolución y desarrollo surgen y seguirán surgiendo novedades que irán cambiando en el corto plazo nuestra visión de las tareas que emprendemos diariamente.
Retos
Ante el panorama que se avecina, surge una serie de retos que seguramente irán enfrentando las organizaciones, y en especial los CIO de éstas, por ejemplo: ¿cómo van a manejar los departamentos de TI un sinnúmero de nuevos dispositivos, sistemas operativos y otras ‘cosas’ no manejadas directamente por el personal o los clientes? Sobre todo por las implicaciones que se derivarán de la seguridad que habrá de respaldar el adecuado funcionamiento de los dispositivos que se proponga incluir para automatizar funciones, que por ahora, se realizan con la participación de operadores humanos.
Las empresas que intentan posicionarse con una actitud innovadora en el mercado que atienden, ya detectan, cada vez con mayor acentuación, al IoT como una tecnología que deberán incorporar y cuyos beneficios pronostican estarán visibles en un futuro cercano.
En qué áreas de la organización
La duda que de inmediato surge es la de definir en dónde y en qué áreas de la organización empezar a aplicar el IoT. Algunos proveedores y estudiosos de esta tecnología proponen iniciar con un proyecto bien diseñado que sea fácil de implementar, enfocado a mejorar la eficiencia y efectividad de ciertos procesos o servicios que son desarrollados actualmente. Esto permitiría ir ganando experiencia y sobre todo distinguir aquellas áreas de la organización en donde sea conveniente incorporar el uso del IoT.
Podemos mencionar algunos ejemplos de aplicación del IoT como parte de lo que se ha venido implementado en algunas organizaciones:
- Disminuir el suministro de energía eléctrica aplicando sensores que detecten la posibilidad de reducir alumbrado en áreas que no lo requieren, apagar equipos de manera remota que deben sacarse de operación, generar alertas de cortes de energía.
- Conectar los procesos de control de inventarios en una red conjunta con los proveedores o con el almacén de la organización de manera que se garantice un stock mínimo de partes o productos que vayan siendo requeridos.
- Censar las condiciones de vehículos identificando las necesidades de mantenimiento antes de que se conviertan en problemas, detectar y monitorear las rutas que tienen programadas permitiendo auxiliar a los conductores en cualquier contingencia o desvío.
Estos ejemplos no son más que una pequeña visión de lo que puede brindar el IoT a una organización. Dado que en múltiples estratos de los sectores productivos y de servicios están surgiendo oportunidades para aplicar IoT, resalta la enorme trascendencia que está jugando y jugará en la gestión directiva de las organizaciones.
La experiencia del cliente
Una de las virtudes que debo mencionar, es el apoyo que el IoT puede proporcionar a una organización para la atención de sus clientes, brindando servicios más rápidos y precisos que nunca, posibilitando atender grandes volúmenes de órdenes acelerando los procesos para cumplir los pedidos con entregas a tiempo.
El concepto y conocimiento base del IoT ayudará a descubrir a los CIO de cualquier organización, nuevas oportunidades de negocio, permitiendo construir soluciones personalizadas para cualquier cliente en un ambiente masivo, con un alcance más allá de lo imaginado apoyándose en la recolección de datos obtenidos por medio de dispositivos instalados en sitios específicos.
Esto presupone una explosión de información que requiere una plataforma de TI, capaz de sintetizar grandes cantidades de datos, obtenidos de un diseño tecnológico orientado al negocio para la toma de decisiones más oportuna y el aprovechamiento de nuevas oportunidades.
Para incorporar a una organización al IoT se recomienda utilizar una analítica de negocio que permita descubrir nuevas oportunidades. Es necesario que el CIO ayude a transformar el modo en que piensan y observan a la empresa los directivos. Hacerles ver que en la era del conocimiento los sistemas tienen la capacidad de aprendizaje al analizar los resultados procesados y encontrar correlaciones que permiten construir nuevas alternativas de mejorar los procesos existentes. Esto debe conllevar al impulso de la innovación y la transformación del modelo empresarial.
La OCDE en el IoT
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tomando como base la herramienta ‘Shodan‘ desarrollada por John Matherly, quien, en 2003 concibió al Shodan para buscar dispositivos vinculados a Internet, realizaron mediciones con esta herramienta, obteniendo la penetración de dispositivos IoT conectados por cada 100 habitantes.
En 2015, esta medición ubicó a México en la posición 18 de 24 países considerados, con 6.8 dispositivos IoT por cada 100 habitantes (OCDE p.85, 2017a). Sin embargo esta medición tiene un sesgo, ya que la existencia de dispositivos con una conexión a Internet no necesariamente implica su uso con fines de IoT.
Una aparente mejor medición es la del número de dispositivos con una conexión machine-to-machine (M2M), es decir, el número de dispositivos capaces de conectarse entre sí sin la intervención humana.
El concepto de comunicación M2M representa una posibilidad más del IoT. En esta medición, México ocupa el último lugar entre 28 países analizados según cifras recientes de la OCDE (OECD, 2017). Estas cifras muestran una amplia brecha con respecto a los países con mayor número de conexiones por cada 100 habitantes. Mientras que Suecia posee la mayor penetración de enlaces M2M con 77.3 por cada 100 habitantes, la penetración en México es de apenas 1.6.
Hago una invitación a las empresas habituadas al uso de tecnologías tradicionales y/o convencionales de tiempo atrás, a intentar el acceso al IoT explorando las ventajas de su operación, permitiéndoles ganar en eficiencia y reducir costos. Recomiendo buscar participantes que puedan auxiliarlos a mejorar las capacidades de la organización, contribuyendo a soluciones integrales para sus clientes.
El IoT se dibuja como una tecnología de enorme futuro para la gestión de las organizaciones modernas, siendo una real promesa que asegurará su rendimiento y competencia.
Por José Luis Mora