El gobierno de Japón planea aumentar sus ventas en el mercado de chips y competir con otros grandes productores como China o Corea del Sur, según un plan presentado por el ministerio de Economía, Comercio e Industria japonés (METI).
Se espera que las ventas de semiconductores alcancen los 15 billones de yenes (aproximadamente 138,000 millones de dólares) para 2030.
El METI destacó la necesidad de una cadena de suministro de chips avanzados estable para utilizar en la inteligencia artificial (IA) y la conducción autónoma.
La estrategia también incluye un plan para acelerar la producción de semiconductores avanzados de 2 nanómetros.
La inversión necesaria durante la próxima década es de unos 10 billones de yenes (alrededor de 92,000 millones de dólares).
El Ejecutivo japonés planea trabajar con Estados Unidos y Países Bajos en investigación y desarrollo.
En noviembre de 2022, el Gobierno japonés ya anunció que destinará una inversión inicial de 70,000 millones de yenes (aproximadamente 640 millones de dólares) para la fabricación de semiconductores en el país a través de una nueva empresa participada por importantes firmas nacionales.
La nueva compañía, llamada Rapidus, está compuesta inicialmente por ocho firmas, incluyendo a Toyota, Sony o Softbank, y busca competir en la producción de chips de nueva generación.