Tor es el proyecto que Nick Mathewson, Roger Dingledine y otros cinco colegas decidieron poner en marcha para lograr un objetivo extraordinario: que cualquier persona pueda navegar en forma anónima en Internet.
El reto implica superar todos los riesgos de ataque a la privacidad que se afrontan en la red. El concepto se sustenta en la masificación de la vigilancia de tal manera que Internet se convierta en un acceso gratuito, seguro y abierto.
El nombre que utilizaron los creadores de esta solución fue: Tor Project, y su símbolo es una cebolla, haciendo una analogía con las múltiples capas que deben proteger la privacidad de los internautas.
El esquema general considera el siguiente proceso: dos computadoras se mandan un mensaje, entre ellas hay una red de otras computadoras; la que envía el mensaje manda la cebolla completa, es decir, un paquete de datos cifrado con múltiples capas de códigos. Cada nueva computadora separa una de las capas, desencriptando así el código. La idea es que cada computadora intermediaria no sabe si la computadora que manda el mensaje es intermediaria como ella o es la fuente original, preservando así el anonimato del emisor. En otras palabras, el primer servidor sabe quién eres pero no con quién quieres conectar; y el último sabe con quién quieres conectar pero no sabe quién eres.
En palabras de su fundador, ‘el futuro de Tor está asegurado: en 10 ó 20 años sé que Tor va a funcionar de forma muy diferente de como funciona hasta ahora; va a proporcionar mejor privacidad, va a ser más potente y vamos a mejorar cómo romper los muros de los países que censuran a Internet’.
Finalmente comenta Nick: ‘Hay que lograr que Internet deje de ser un medio de vigilancia masiva’.
Con información de El País