El fundador de Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC), Morris Chang, declaró que la globalización de la industria de chips ha terminado y expresó su apoyo a los esfuerzos de Estados Unidos para limitar el avance tecnológico de China a través de restricciones a la exportación y sanciones a las empresas.
‘En el sector de los chips, la globalización está muerta. El libre comercio está muerto’, dijo Chang en un evento en Taipei. ‘Solo mire la forma en que China ha sido embargada y la lista de entidades. Estoy de acuerdo con eso’.
El pionero de la industria de 91 años dijo que la cadena global de suministro de chips se bifurcará aún más a medida que EU actúe para restringir el acceso de China a la tecnología más avanzada, y ‘ciertamente apoyo esa parte de la política industrial estadounidense para frenar el progreso de China’.
Chang agregó que China está al menos cinco o seis años por detrás de Taiwán en tecnología de fabricación de chips, pero también advirtió que Taiwán no debería ser ingenuo sobre su posición en relación con Estados Unidos.
Cuando los líderes estadounidenses hablan de fabricación de alta tecnología de ‘apoyo de amigos’, Taiwán no está incluido en esa política, aseguró Chang, ya que han expresado repetidamente su preocupación por depender de Taiwán.
La secretaria de Comercio de EU, Gina Raimondo, describió la dependencia con Taiwán para la fabricación de chips avanzados como ‘insostenible’, y la Ley de Ciencia y Chips de su país está diseñada para atraer a empresas como TSMC y Samsung Electronics a establecer operaciones dentro de las fronteras de Estados Unidos.
Taiwán y Corea han sido durante mucho tiempo los epicentros de la fabricación de chips: TSMC lidera el camino con procesadores lógicos de vanguardia como las piezas de silicona a medida de Apple, mientras que Samsung y SK Hynix dominan el mercado de memorias, lo que ha generado una creciente incomodidad en el Estados Unidos y Europa.
Los temores de que China, que considera a Taiwán parte de su territorio, intente apoderarse de la isla autónoma por la fuerza, han llevado a algunos actores de Washington a contemplar medidas drásticas. Entre ellos, los funcionarios estadounidenses tienen escenarios de juegos de guerra en los que la sofisticada industria de semiconductores de Taiwán sería eliminada para evitar que caiga en manos de China.