En la era digital, los actores del sistema financiero tradicional enfrentan un desafío sin precedentes. La creciente demanda de servicios personalizados, seguros y accesibles llevan al sector a una transformación acelerada en la que las instituciones recurren a la integración de tecnologías de distintas empresas que operen dentro de sus mismas plataformas.
La colaboración de las fintech con otras compañías es vital para la implementación eficiente de soluciones que respondan a las necesidades del nuevo panorama y ofrezcan mejores experiencias de usuario, al mismo tiempo que impulsan la inclusión financiera.
Con la capacidad de realizar transacciones en línea, acceder a información financiera en tiempo real y recibir notificaciones personalizadas, los usuarios digitales esperan una experiencia más fluida y conveniente en sus productos financieros y en las figuras dedicadas al otorgamiento de créditos.
En opinión de Mario Hernández CEO de finvero, las soluciones tecnológicas que se integran en distintas interfaces, permiten sumar estas funcionalidades de manera sencilla y escalable, sin la necesidad de invertir en infraestructuras costosas y complejas o de transformar el core del negocio a una figura financiera y otorgadora de créditos.
En 2021, apenas el 32.7% de las personas de 18 a 70 años contaba con al menos un crédito formal, lo que representa 27.4 millones de personas en México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF). El reto de la inclusión financiera se mantiene, pues las mismas estadísticas del INEGI señalan que 38.2 millones de adultos en México carecen de servicios financieros formales.
‘Una de las principales ventajas de la integración de tecnologías vinculadas al otorgamiento de créditos es la capacidad de ofrecer productos personalizados y sumar nuevas tecnologías a los procesos y servicios que ya están operando en el mercado’, de acuerdo con Erika Quezada, COO y Co Founder de finvero. ‘Con la integración de pasarelas de pago a tiendas de distintos sectores y negocios, se impulsa la inclusión crediticia’, añade.
Al analizar grandes cantidades de datos, las instituciones financieras pueden identificar patrones de comportamiento y preferencias de los clientes, lo que les permite ofrecer productos más relevantes y atractivos. Así, al sumar soluciones tecnológicas robustas incrementa la flexibilidad y adaptabilidad, lo que permite a todos los involucrados en el negocio responder rápidamente a los cambios en el mercado y las necesidades de los clientes.
Las micro, pequeñas y medianas empresas son los mayores usuarios de tecnología integrada a sus productos y plataformas en México; al mismo tiempo, estas compañías y negocios son quienes más requieren de productos crediticios a su medida para ellos y para sus consumidores.
A medida que el sector financiero sigue evolucionando, es probable que la integración de tecnologías de distintos jugadores del ecosistema siga siendo un factor clave para el éxito futuro.
‘La integración de estas tecnologías, entre los actores tradicionales y las empresas fintech, es una tendencia en auge que permite el mejor equipamiento a favor del consumidor, quien recibe ofertas crediticias y de servicios a su medida, seguros y en constante innovación’, concluye Mario Hernández.